¿A qué nos estamos enfrentando las mujeres en el siglo XXI? Aunque muchos derechos ya han sido conquistados (voto, inclusión laboral, liberación sexual), aún vemos y vivimos ejemplos en donde se nos violenta e induce a replicar viejos (y nuevos) estereotipos. Es en este contexto de donde surge una nueva generación de mujeres que llamo “quiméricas” pues son replicadoras de pasados arcaicos y machistas, al mismo tiempo que feministas encarnizadas, laboral y económicamente activas.
Las “Mujeres Quimera” son mujeres que están comprometidas con causas sociales, tienen vida social y empleo, cooperan activamente a la economía familiar igual o más que su pareja varón o padres, pero además, atienden a los chicos, lavan los platos, calientan las tortillas mientras todos esperan sentados en la mesa.
La mujer “Quimera” se queja y repudia el machismo, habla encarnizadamente contra él pero suele realizar comentarios misóginos y denigrantes a la vecina “por puritana”, a la compañera de trabajo “por promiscua”, y principalmente a ella misma, por no cumplir con las expectativas familiares y sociales. Su vida laboral entra constantemente en “atolladeros” ya sea porque debe elegir entre su trabajo y su vida personal o porque es su deber criar a los hijos o apoyar a los padres acabando posicionada eternamente en puestos operativos y mayoritariamente bajo el mando de un gerente o “patrón” sin pensar en su crecimiento y desarrollo laboral-académico.
A la “Mujer quimera” le interesa la vida sexual y la intriga el placer, incluso lee ávidamente picantes artículos sobre el tema, sin embargo baja la voz al hablar de su sexualidad y esconde su interés o dudas sobre todo frente a su familia de origen o pareja.
Madre, trabajadora, amante, esposa, feminista, replicadora del machismo, virgen y mártir, es una mujer hecha de pedazos de “santas” y chicas hippies de cabello largo que quemaban sostenes en plazas públicas.
Y es cierto, tenemos integrado en nosotras fragmentos que no entendemos de donde vienen pero replicamos activamente y de forma inconsciente colocándonos en un rol de “SuperWoman” que nos hace vulnerables, desdichadas, y sobre todo, perdidas en la búsqueda de nuestro propio deseo.
Y es precisamente este último el que motiva nuestra lucha actual, ya que, la “liberación femenina” contemporánea no se está realizando en las calles, sino a un nivel interno: en nuestras mentes, en nuestra cama, con nuestros hijos, pareja y en nuestro entorno laboral.
¿Qué por qué luchamos las mujeres hoy en día? Luchamos por ser nosotras mismas y dejar de ser solo un conjunto de pedazos colocados ahí por generaciones atrás y comenzar a reconstruirnos, a elegir y pulir aquellas partes que nos permitan movernos del lugar rígido en donde nos encontramos inmersas.
Dicha modificación a nuestra propia realidad interna se iniciará por tomar en serio nuestra propia voz, al abandonar los estereotipos, al cuestionarlos, al dejar los secreteos y sonrojos con respecto a nuestra vida sexual, al unirnos y confiar en nosotras como género sin entrar en competencias banales, al dejar de necesitar “masculinizarnos” para acceder a puestos "de poder", al ser mujeres hechas de pedazos que entendemos, haciendo de este un movimiento social surgido de una sola mujer al mismo tiempo que surge de todas nosotras.
El block hace lo mismo que critica, encasillar y juzgar, poniéndole el nombre de mujer quimera