El Manual Estadístico y Diagnostico de los Trastornos Mentales versión 5 (DSM-5 por sus siglas en inglés), es una herramienta que se utiliza comúnmente al momento de diagnosticar algún tipo de padecimiento mental, entre los más conocidos se encuentran los trastornos depresivos, los trastornos de ansiedad, o relacionados con el trauma, entre otros. Hoy nos dedicaremos a entender que son los trastornos de personalidad.
El DSM-5, define un trastorno de personalidad como un patrón permanente de experiencia interna y de comportamiento que se aparta acusadamente de las expectativas de la cultura del sujeto; se trata de un fenómeno generalizado y poco flexible, estable en el tiempo, que tiene su inicio en la adolescencia o en la edad adulta temprana y que da lugar a un malestar o deterioro; es decir, un trastorno de personalidad es un patrón de sensaciones internas y externas, sentimientos, pensamientos, ideas, fantasías, y comportamientos que no se consideran normales, aquello que no va con lo que comúnmente ocurre en el contexto en el que se encuentra la persona, y todas estas sensaciones y comportamientos ocurren de manera general y se mantienen a través del tiempo, no son episodios que vienen y van, que además traen un deterioro o malestar en el funcionamiento de la persona, es decir, problemas con áreas como familia, pareja, amistades, trabajo, sexualidad, entre otras; y además inicia en la adolescencia y/o edad adulta temprana.
Actualmente se reconocen diez trastornos de personalidad:
1. Trastorno de la personalidad paranoide, que es un patrón de desconfianza y suspicacia, de manera que se interpretan las intenciones de los demás como malévolas.
2. Trastorno de la personalidad esquizoide, que es un patrón de distanciamiento De las relaciones sociales y una gama restringida de la expresión emocional.
3. Trastorno de la personalidad esquizotípica, que es un patrón de malestar agudo en las relaciones íntimas, de distorsiones cognitivas o perceptivas y de excentricidades del comportamiento
4. Trastorno de la personalidad antisocial, que es un patrón de desprecio y violación de los derechos de los demás.
5. Trastorno de la personalidad límite, que es un patrón de inestabilidad de las relaciones interpersonales, de la imagen de sí mismo y de los afectos, con una impulsividad marcada.
6. Trastorno de la personalidad histriónica, que es un patrón de emotividad y de búsqueda de atención excesiva
7. Trastorno de la personalidad narcisista, que es un patrón de grandiosidad, necesidad de admiración y falta de empatía.
8. Trastorno de la personalidad evitativa, que es un patrón de inhibición social, sentimientos de inadecuación e hipersensibilidad a la evaluación negativa.
9. Trastorno de la personalidad dependiente, que es un patrón de comportamiento de sumisión y adhesión relacionado con una necesidad excesiva de ser cuidado.
10. Trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo, que es un patrón de preocupación por el orden coma el perfeccionismo y el control.
Sin embargo, el DSM-5 reconoce el cambio de la personalidad debido a otra afección médica, la cual es un trastorno de personalidad persistente que se sospecha que es debido a los efectos fisiológicos directos de una afección médica, por ejemplo, una lesión en el lóbulo frontal.
Ahora, es posible presentar rasgos de personalidad, que no necesariamente son trastornos, es decir, podemos tener rasgos obsesivos, como ser muy puntuales, organizados, pero no necesariamente por eso significa que tenemos un trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo, si bien lo comentamos anteriormente, para que fuese un trastorno, estos rasgos tendrían que causan un malestar o problemas en el funcionamiento de la persona, como causarle una gran ansiedad que le impida seguir con su vida normal el tener estas obsesiones y/o compulsiones, además es importante hacer un diagnóstico diferencial entre un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC/OCD), a un trastorno de la personalidad obsesivo-compulsivo.