Hablando con alguien me hicieron una pregunta que no creí que nadie me haría. ¿No has pensado que podrías tener #depresión?
Jamás me hubiera cruzado por la cabeza. Siempre consideré que la depresión era algo así como estar triste por cualquier cosa y todo el tiempo, que las personas que decían estar deprimidas en realidad era que no podían lidiar con los problemas de forma adulta o responsable con sus sentimientos. Incluso llegué a pensar que eran personas frágiles y exageradas. La depresión no existía para mi hasta que me hicieron esa pregunta.
¿Porqué alguien podría pensar que yo estaba #deprimido? Al recapitular todo lo que había dicho esa tarde y repensar en cómo me había sentido hace ya algún tiempo comencé a entender un poco más a que se referían con depresión y no tenía mucho que ver con lo que yo había pensado hasta el momento.
Para mi las personas deprimidas se la pasaban llorando en su cuarto, no podían levantarse de la cama y abandonaban a su trabajo y a sus amigos. Y yo no actuaba de esa manera, nunca había llorado además que no había faltado al trabajo ni una sola vez durante meses.
Pero si me sentía #irritable todo el tiempo, cualquier pendiente extra del trabajo me hacía sentir #desanimado, sobrepasado, completamente #abrumado. Constantemente tenía pensamientos de no ser suficiente para nadie a mi alrededor, sentía que todo lo que tenía o decían que había logrado había sido por un golpe de suerte. No siempre me sentía así, en ocasiones sentía que podía resolver problemas, interactuar con la gente como debía. Pero cuando fallaba o las cosas no salían como debían o había planeado, sentía como todo se venía todo abajo, me sentía menos que nada y me cuestionaba constantemente si merecía realmente estar en donde estaba.
Aunque inicialmente salía con amigos, poco a poco empecé a dejar de tener contacto con todos. No es que me haya aislado completamente, pero prefería tener reuniones esporádicas, en muchas ocasiones terminé bebiendo mucho más de la cuenta. Después me sentía peor que al principio, pero en esas escapadas me sentía un poco mejor.
Si bien nunca faltaba al trabajo, no podía hacer nada más aparte de trabajar. regresaba a casa para comer lo que podía, no tenía ganas de hacer nada y terminaba comiendo cualquier cosa y recostándome en cama viendo el celular. Tenía mucho tiempo que no hacía ninguna actividad física porque llegaba a casa mental y físicamente molido incluso cuando realmente mi día no había sido muy demandante.
Creo que si pudiera definir cómo me di cuenta de que tenía depresión es esa sensación de cansancio y #desesperanza con respecto a todo, estaba cansado de vivir. Es sentir que todo empieza a volverse gris, a no tener ganas de nada, que todo lo que comes y lo que bebes pierde el sabor, es una oscuridad que cubre tus ojos y que todo lo vuelve muerto. No es llorar, aunque ahora puedo reconocer que quise hacerlo pero no sabía cómo.
Incluso llegué a pensar que lo que ahora sé que es depresión no era otra cosa que lo que normalmente vive cada persona. Se espera que vayas a trabajar, salgas a veces con amigos a tomar algo, tengas a alguien con quién salir al cine o tener sexo, pero nadie me había dicho antes que esta desesperanza y este dolor no era normal. Lo escuché tantas veces, "estoy #deprimido", "tengo depresión", "estoy yendo al #psicólogo". Me decía, ¿yo para qué quiero hablar con alguien que no conozco? Realmente ante la depresión llegué a pensar que no tenía un problema y que podía seguir mi vida o que podía arreglarlo yo solo, me decía, "Si realmente tengo depresión, con echarle ganas y hacer ejercicio puedo mejorar" y aunque tenía parcialmente razón, en esos intentos por eliminar la depresión me di cuenta que esta sensación de #dolor que tenía por dentro, no se iban por más que hiciera ejercicio o que comiera bien. Afortunadamente varios de mis #amigos se dieron cuenta de lo que para mi #familia era ya evidente desde hace un tiempo, y me animé a intentarlo, quería por todos los medio quitarme el terrible #insomnio que tenía desde hacía tiempo, quería sentir que vivía una vida que me gustaba y que quería.
En el transcurso de mi proceso de #recuperación de la depresión he llegado a escuchar muchas metáforas que se han utilizado para poder explicar lo que significa tener depresión: un enorme perro negro que te sigue a todas partes, un enorme y frío agujero en donde te encuentras y del que no puedes salir por más que lo intentes, e incluso llegué a leer que los dementores de las novelas y películas de Harry Potter era la representación que J.K. Rowling hizo para la depresión que estaba pasando en el momento en el que escribía las novelas.
No estoy recuperado de la #depresión, a veces siento que ese cansancio de vivir me invade y no me deja moverme, recaigo. Aún así lo vuelvo a intentar, poco a poco he aprendido a comunicarme, a decir y entender lo que estoy sintiendo para mi, para poder #desahogarme. Sigo luchando con esta normalización que hice con respecto a cómo me sentía, depresión para mi ya es la palabra que representa algo de lo que tengo que tener cuidado y contra lo que tengo que luchar con toda mi mente y mi corazón, depresión son esos pensamientos que me dicen que no soy nada y que realmente nadie sabe de mi, y que me impide ver lo bueno de mí y de lo que me rodea.
Este texto fue elaborado a partir de extractos de relatos de pacientes con diagnóstico de depresión.
Dra. Esther Solís Torres
Psicóloga de adolescentes, adultos y parejas
Psicólogos en Guadalajara - Asociación Libre Psicólogos
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