¿Alguna vez han sentido que sus hijos al pasar a la etapa de #adolescencia pareciera que se alejan, como si dejaran de ser aquellos niños que recurrían a ustedes cuando tenían algún problema y de pronto dejaran de tener todas las respuestas a sus conflictos? Bueno, esto no es del todo imaginario, esto es un proceso normal y necesario para nuestros adolescentes.
Durante la infancia, los padres de familia son aquellas figuras importantes en la vida de los niños debido a que se les atribuye la facultad del saber absoluto, no se cuestionaban si en realidad tenían o no la razón respecto a las respuestas brindadas. Entonces eran escuchados con total atención y admiración. Siendo figuras importantes en su desarrollo y descubrimiento de la vida misma.
Pero qué pasa entonces cuando atraviesan después por la pubertad y enseguida la adolescencia. Bueno, quizá es importante recalcar el significado de la palabra adolescencia, el cual indica que es la condición o proceso de crecimiento. Teniendo como parte fundamental la búsqueda de la identidad y el cuestionamiento ¿quién soy? convirtiéndose en la interrogante principal para probarse y reconocerse fuera del ambiente familiar.
Algunos autores nos dicen que “entrar en el mundo de los adultos -deseado y temido- significa para el adolescente la pérdida definitiva de su condición de niño. Es un momento crucial en la vida del hombre y constituye la etapa decisiva de un proceso de desprendimiento que comenzó con el nacimiento” Aberastury, A. & Knobel, M. (1988). La adolescencia normal. Paidós. Por tanto, el adolescente pasará por un proceso de #duelos, el dejar el cuerpo de niño, su identidad infantil y la relación distinta con los padres. Y cabe señalar que incluso los padres de familia también atravesarán sus propios duelos al reconocer que su hijo ha comenzado a crecer y deberá de constituirse como un ser independiente.
A su vez, el #adolescente normal comenzará a cuestionarse las cosas que suceden en su entorno, buscará nuevos significados y respuestas, luchará por encontrar su #identidad y presentará una lucha constante entre seguir siendo dependiente de los padres y convertirse en un joven #independiente. Siendo lo anterior una de las mayores dificultades debido que se crea una tensión entre los padres y el adolescente. Comenzando a tener problemas constantes, los adolescentes se distancian del seno familiar, conviven más con otros compañeros e incluso con sus familias.
Buscan encontrar su identidad atravesando por diversos gustos musicales, tipo de vestimenta y gustos en general. Nombrando a esto expresión de género. Algunos comienzan con el noviazgo, se enfrentan a dudas respecto a la sexualidad y externalizan el deseo de ser #independientes frente a situaciones específicas. Los padres observan que sus hijos están “extraños” que ya no se acercan a ellos como antes lo hacían, que ya no basta con tener sólo su opinión de las cosas, sino que buscan más de una opinión en el afán de conocer la verdad.
La etapa de la adolescencia es un proceso #difícil, lleno de ambivalencias, contradicciones, de preguntas profundas, de dolor ante la pérdida del cuerpo de niño, de los logros obtenidos en aquella etapa y de la búsqueda de su nueva identidad. ¿Porqué de una nueva identidad? Porque llega un punto en donde ya no se siente correcto continuar con la mentalidad y madurez de un niño. Es tiempo de madurar y enfrentarse al mundo de los adultos, de seguir con el #desarrollo normal del adolescente. Teniendo como resultado periodos de tristeza y de muchas interrogantes.
Pasan de una personalidad a otra, defienden sus opiniones y luchan por ser tomados en cuenta. Quieren ser parte del mundo de los adultos, buscan ser escuchados y aceptados, por ello es frecuente que se interesen en temas “polémicos”, siendo estos las problemáticas sociales actuales, tomo como ejemplo: la comunidad LGBTTTIQ+, el aborto legal, los feminicidios, la contaminación y la falta de agua. Como también la religión y como vivir su sexualidad, etc. Y es importante escucharlos y entender que esto es de suma importancia ya que de ellos dependerán las siguientes generaciones.
Destaco también que en la adolescencia normal es esperado todo lo antes descrito y que en su contraparte un adolescente callado, que sigue y respeta todas los lineamientos y opiniones de los adultos sin detenerse a cuestionar u opinar, pasa a ser un adolescente que no está enfrentando una adecuada transición hacia la adolescencia y la adultez. Pudiendo ser esto un foco de atención y alarma, por lo que se deberá explorar que es lo que pudiera estar ocasionando dicha pasividad y desinterés. Esto pudiera ser indicador de una dificultad para enfrentar el desapego y el curso normal de la dependencia a la independencia.
Claro, esto es todo lo opuesto al pensamiento social respecto a los adolescentes en donde se piensa que un adolescente callado y bien portado está bien, por lo contrario, un adolescente “rebelde que contesta” está mal. Pero vengo acá a decirles que esto es erróneo. El adolescente normal será aquel que se anima a cuestionar, a buscar respuestas, a salir y conocer su entorno, debate, desarrolla distintas personalidades para encontrarse a sí mismo, atraviesa por diversas facetas en cuanto a gustos se refiere, presenta sentimientos de angustia, de incertidumbre, ambivalencia y hasta pareciera estar atravesando por un proceso patológico importante.
¿Cuándo preocuparnos? Para dar respuesta a esto es importante presentar la diferencia entre lo que se llama “forma y fondo”, la forma será el exterior del adolescente, su manera de hablar, vestir y comportarse. Esto no es alarmante, lo que sí sería es el fondo, lo que no se ve, lo que está en el interior. La manera en la que pudiera identificarse y el significado que le otorga a las cosas.
Planteo un ejemplo:
Supongamos que nuestro hijo se viste de negro y escucha música triste:
la forma es su vestimenta oscura y la letra de las canciones,
el fondo sería sentirse identificado con la letra y tener pensamientos depresivos e ideas suicidas.
Si a su hijo sólo le llama la atención la música y la letra, pero no se siente identificado con lo que se dice. No existe conflicto. En cambio, sí aparte de sentirse identificado con la forma se siente identificado con el fondo, como una persona depresiva. Pudiera existir un conflicto interno que deberá ser escuchado por un especialista como lo somos los psicoterapeutas.
Hasta la próxima.
Psicóloga.