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ĀæCĆ³mo se originan los prejuicios?


Reflexionemos con respecto a nuestros prejucios

Hace unos dĆ­as una persona me hablĆ³ acerca de un propĆ³sito para aƱo nuevo que me llamĆ³ la atenciĆ³n, este en especĆ­fico fue: "dejar de hacer #prejuicios sobre los demĆ”s". Al escucharlo inicialmente me pareciĆ³ bastante amplio, y es que asĆ­ como otros propĆ³sitos cargados de buenas intenciones para iniciar el aƱo, suelen ser generales y sencillos de abandonar. Al continuar escuchando con mĆ”s detalles, nos encontramos con que dentro de este propĆ³sito habitaba un conflicto que no tenĆ­a que ver con la generalidad, sino con la exigencia en torno al cumplimiento como un imperativo moral: "debo dejar de hacer o sentir eso que llevo haciendo o sintiendo por mucho tiempo porque es lo correcto". ĀæY quĆ© pasa si no se logra? "entonces estoy actuando mal y soy aĆŗn mĆ”s culpable que antes al seguir reproduciendo esto de lo que me quiero deshacer". Pareciera que tratar de modificar un comportamiento o reacciĆ³n emocional ante cualquier situaciĆ³n es algo complicado de lograr de inmediato con sĆ³lo buena voluntad.


En ocasiones solemos encontrarnos frente a este tipo de cuestionamientos: ĀæPor quĆ© sigo relacionĆ”ndome con cierto tipo de personas que ya reconocĆ­ como patrones daƱinos en mi historia? ĀæPor quĆ© sigo sintiĆ©ndome de tal manera ante eventos de mi pasado que ya he comprendido? ĀæPor quĆ© sigo repitiendo conductas que ya identifiquĆ© como perjudiciales? En distintas situaciones la modificaciĆ³n de los #comportamientos y #emociones no suelen ir a la misma velocidad de la modificaciĆ³n del #pensamiento, y asĆ­ como con el propĆ³sito de dejar los prejuicios, primero habrĆ­a que entender no sĆ³lo el por quĆ© existe esa conducta o reacciĆ³n emocional que se quiere deshacer, sino tambiĆ©n cĆ³mo es que se integrĆ³ en el desarrollo de una persona hasta ser parte de la #estructura de su personalidad.





Tolerancia y no discriminaciĆ³n

Continuando con el hĆ”bito principal: dejar de elaborar prejuicios sobre los demĆ”s. Aprendemos desde pequeƱos mediante la observaciĆ³n a encasillar a las personas en categorĆ­as, la categorizaciĆ³n puede llegar a ser Ćŗtil para mantener una visiĆ³n general y poder evaluar determinada situaciĆ³n, no es necesario experimentar uno mismo todas las situaciones para aprender sus posibles consecuencias. Desde niƱos aprendemos a establecer #relaciones entre cierto grupo de personas y como se comportan, encasillar puede, en algunos casos, resultar Ćŗtil como protecciĆ³n ante posibles peligros con los que nos podemos encontrar. Al realizar este proceso de forma #inconsciente, se va formando una relaciĆ³n estrecha entre encasillar y el comportamiento, aun cuando no tengamos la informaciĆ³n completa o certera para formar este parecer. De ese modo surgen los juicios prematuros o prejuicios.





Los prejuicios aparecen como parte de nuestra formaciĆ³n o experiencias de vida.

Un prejuicio entonces puede ser una crĆ­tica, idea u opiniĆ³n que se ha desarrollado en la mente con diversos orĆ­genes, desde historias que se cuentan de unos a otros, hasta haber pasado por alguna experiencia con una persona de cierto grupo. Cuando nos dejamos guiar por las opiniones sin basar estas #ideas en hechos o sin ajustarlas, los prejuicios pueden llegar a ser limitantes, pueden influenciar cĆ³mo nos comportamos con determinadas personas y quĆ© expectativas tenemos de ellos. Todos llegamos a tener prejuicios, mĆ”s no todos somos #conscientes de ello y no todos realizamos el paso de expresarlos verbal o conductualmente. Entonces ĀæquĆ© puede hacer la diferencia? adentrarnos a conocer de quĆ© manera estĆ” presente el prejuicio en nuestra forma de llevar la vida. Identificar que los prejuicios pueden integrarse como una forma de #prevenciĆ³n o #defensa ante lo que desconocemos, puede ayudarnos a entender la forma en que la que los hemos aƱadido, podemos encontrar que ante determinados temas algunos prejuicios son mĆ”s recurrentes o mĆ”s hostiles, podemos reconocer que ciertos prejuicios pueden tener algo que ver con nosotros mismos y en como nos sentimos sobre aquello que prejuzgamos.


El prejuicio tiene un origen propio al ser humano, a su forma de procesar, #aprender del mundo y las personas que le rodean y eso nos acerca a entender que todos, en menor o mayor medida, prejuzgamos. Comprender que los prejuicios pueden ser una forma de interpretar la #realidad, como una mezcla entre lo real, informaciĆ³n distorsionada o generalizaciones, es un primer paso para entender su existencia, mĆ”s resulta indispensable integrar conscientemente su adherencia. En relaciĆ³n a este hĆ”bito, otros comportamientos o reacciones emocionales, se trata de una prĆ”ctica constante, un cuestionamiento con menos juicios moralistas y mĆ”s observaciones #internas, incluso para eso que nos desagrada de nosotros mismos.




Acerca del autor

Especialista en terapia de adultos, adolescentes y niƱos.


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