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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 9 dic 2021
  • 3 Min. de lectura

Cuidado con las señales de alerta o redflags

Hace poco la tendencia en redes sociales acerca de las #redflags tomo impulso para señalar aquellas conductas, gustos o hábitos que podrían ser indicios de #alarma en una persona, como una conjunción de signos preventivos de que podría ser desfavorable relacionarse con alguien. Se habla de ellas como una especie de previsión, así como las banderas rojas que se encuentran alrededor de un camino peligroso o en construcción para alertar a las personas del cuidado al transitar, el termino hace referencia a los riesgos a los que hay que estar alertas para identificar si son un #peligro eventual en una relación. Es un concepto que puede ser utilizado en diferentes tipos de vínculos desde relaciones familiares, de amistad, sexoafectivas o laborales, y aunque se impulsaron con un tono divertido entre memes y bromas, la realidad es que las red flags pueden tanto encasillar comportamientos como pueden ayudar a reconocer personas perjudiciales o con ideales opuestos a los personales.


Mientras que para algunos identificar que una persona es desorganizada o impuntual puede pasar como algo sin mucha relevancia, para otros esto puede ser una señal acerca de la manera en la que dirige su vida en general, pues lo que para ciertas personas es un problema para otros puede no ser así, entonces ¿Qué es lo que hace a una conducta una red flag? Sin importar el tipo de relación, la interacción entre dos personas conlleva un proceso de ajuste mutuo, se puede dar entre comportamientos que son molestos para la otra parte de la relación, por ejemplo, una negociación puede apoyar a lidiar con rasgos incomodos que son hasta cierto punto tolerables, sin embargo hay puntos personales con los que no hay medida de acuerdo. La clave particular es la claridad que se tenga acerca de estos puntos que son innegociables y de que tan importante o intensa sea la diferencia de pensamiento, hay ideologías personales con las que no hay lugar a debate acerca de que tanto se puede dejar de pensar de cierta manera, como integrar movimientos sociales o la religión que se profesa, pues son convicciones particulares que marcan la identidad.



No normalicemos o romanicemos las conductas violentas.

Identificar que comportamientos no pueden ser tolerados tiene que ver con atender esa sensación interna de que algo no está marchando bien, de que esa persona genera sensaciones confusas. Sí por mucho tiempo se normalizaron conductas #violentas en las relaciones personales, atender a esta señal interna puede ser complicado de percibir. Viralizar el tema de las red flags ayuda a #visibilizar este tipo de conductas invalidas que para algunas personas puede ser más difícil de leer. Es común que después de terminar relaciones conflictivas exista culpa por no haber podido detectar antes las señales de que ese vínculo no era sano, sin embargo en el momento en el que se establecen esas relaciones, influyen diferentes circunstancias y contextos que son diferentes a los que la experiencia ha dejado, ayudando a percibirlo de forma diferente. La sensación de culpa puede llegar a bloquear el aprendizaje y la toma de acciones de autocuidado, el acompañamiento de un #terapeuta puede apoyar a hacer más visibles estas señales ocultas, para aprender nuevas formas de relacionarse.


Por otro lado, la tendencia en redes sociales llega a encasillar algunos comportamientos, evitando que se nombren esas conductas molestas que tienen opción de ser dialogadas, uno de los principales recursos para desarrollar puntos de encuentro. La predisposición a la conducta del otro hace desechable el vínculo y es un obstáculo para identificar qué es eso que causa #malestar. Diferenciar entre una señal de advertencia y una señal de desafío no es sencillo y es un trabajo constante de autoconocimiento de límites en las relaciones afectivas. Es importante estar atentos de los puntos en los que se cede de manera incondicional, y de cuando se hacen esperando algo equitativo a cambio, pues la espera de compensación pesa sobre la relación.


Ser conscientes de lo que gusta y disgusta en una relación y como eso puede ir variando con el tiempo y de una relación a otra, reconocer las propias red flags que se prenden al relacionarse afectivamente con una persona y hablar sobre todo ello exponiendo esa parte interna, son diferentes formas de afirmarse de manera satisfactoria y sana dentro de un vínculo.






Psic. Estefany Hernández

Atención psicológica a niños, adolescentes y adultos.

Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara



¿Terminaste con tu pareja recientemente ?

Rupturas amorosas durante COVID-19

Tal vez la pandemia terminó por separar lo que en fondo ya estaba roto, o simplemente la distancia ocasionada por el aislamiento lo hizo insostenible o en el mejor de los casos tal vez un acuerdo mutuo, las relaciones terminan y la vida sigue. Sin embargo “el mal de amores” es un camino que puede convertirse en destino, una prisión de culpa y esperanza.



En la mayoría de las ocasiones, asimilar la nueva realidad frente a la ausencia de un ser amado implica un #duelo, lo que para la #psicologia conlleva una experiencia que va más allá de un dolor emocional y supone un desafío hacia la estructura propia de la persona. De tal forma que le implica un proceso de deconstrucción, que en caso de ser experimentado a la par de una #psicoterapia (impartida por un profesional), suele convertir este proceso en una experiencia más balanceada y en ocasiones mucho más fácil de sobrellevar.

Ciertamente hoy en día la salud mental es tomada con mayor seriedad por la sociedad. De tal forma que en #ALclinica[1] ofrecemos múltiples alternativas para ayudar a elaborar aquellas situaciones que hacen sufrir a las personas. Sin embargo, aún existen múltiples #mitos y resistencias que impiden a las personas acceder a este tipo de servicios profesionales de salud.

Un #mito muy común es que “el tiempo cura todo”, o como dice una canción mexicana: no hay mal que dure 100 años , ni cuerpo que lo resista” lo cierto es, que es una creencia falsa y peligrosa ya que el tiempo no lo cura todo y en realidad el tiempo por sí solo no cura nada.

Del mismo modo existe la creencia de que un tiempo razonable para “ superar a alguien” gira en torno a los 6 meses, sin embargo esto también es falso ya que cada persona cuenta con recursos distintos para afrontar sus pérdidas en general.

¿Entonces, cómo puedo saber si aun tengo heridas por cerrar?

Existen algunos signos muy sencillos que ayudan a saber si tenemos heridas pendientes de tratar y estos son algunos:


● Revivir una y otra vez, voluntaria o involuntariamente, personas, circunstancias o emociones relacionadas con el pasado.

● Realizar conversaciones imaginarias en las que podemos expresar aquello que deberíamos haber dicho en su momento a alguien.

● Situaciones presentes nos recuerdan a una de pasado, no permitiéndonos estar presentes en ella.

● Tener miedo a volver a sufrir el dolor que hemos sufrido anteriormente. No permitiéndonos experimentar nuevas experiencias y relaciones.

● Cuando lo que le sucede a una persona de nuestro entorno nos recuerda inevitablemente a algo que ya vivimos, haciendo que nos impliquemos en exceso en intentar dar nuestra ayuda.

● Si sentimos que algún suceso pasado nos ha marcado en nuestras vidas.


En caso de identificar algunos signos en ti, te recomendamos buscar #consulta #psicológica. Ya que de esta manera podrás elaborar y cerrar las viejas heridas que han quedado en tu interior y así lograr liberar la carga emocional que implica un #duelo no resuelto . Y recuerda: No confíes en el tiempo porque el tiempo no lo cura todo. Es verdad que el tiempo nos puede ayudar para elaborar nuestro proceso curativo, pero sólo cuando logras la capacidad de comprometerte y hacerte cargo de tu propio bienestar.


Ánimo, la libertad emocional está ahí junto a tus dudas y su costo es la responsabilidad, ya que la responsabilidad es el precio de la libertad.




Administrador.

  • 8 oct 2020
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 7 mar 2023

Cuando estamos en una relación de #pareja es común que nos preguntemos si deberíamos continuar juntos o más bien si ha llegado el momento de separarnos aquí encontrarás algunos signos que te ayudarán a detectar si es importante o no pensar seriamente en dejar tu relación.


Lo primero que tenemos que tomar en cuenta es que la #relación no haya llegado a generar conflictos que ponen en riesgo nuestra salud, nuestra integridad física o incluso nuestra vida; si es así no debemos ni siquiera detenernos a preguntar si debemos o no dejar a la #pareja ya que se convierte la separación en una urgencia donde ya estamos salvaguardando nuestra propia integridad.


Si no hemos llegado hasta este punto hay algunas consideraciones concernientes a la #psicología en #pareja que nos pueden ayudar a resolver la pregunta de si debemos permanecer o no. Un primer punto muy importante es detectar si aún tenemos planes a futuro con nuestra #pareja, es decir, si todavía compartimos metas a corto, mediano y largo plazo y qué tanto hemos avanzado en el proceso de irlas realizando en conjunto, por ejemplo, una meta a mediano plazo puede ser realizar un viaje a otro país juntos entonces tendría que tomar en cuenta que tanto estoy guardando yo dinero para llevar a cabo este viaje así como qué tanto la otra persona está haciendo lo mismo. Puedo tomar en cuenta también el entusiasmo con el que ambos hablamos acerca de este viaje, si ya tenemos una fecha tentativa y en general cuáles son los trámites y pasos a seguir para poder llevarlo acabo. Éste es sólo un ejemplo de algunas de las acciones en las que puedes observar si tu #pareja se encuentra aún motivada, con entusiasmo y dispuesta a sacrificar tiempo y recursos económicos y emocionales para seguirte acompañando en ese viaje que acordaron juntos recorrer como #relación.


Otro punto a considerar es la mala #comunicación que incluye varios elementos, po ejemplo la contradicción que es cuando hacemos algo diferente a lo que dijimos, por ejemplo quedar en realizar una tarea y en su lugar contratamos o le pedimos a otra persona para que lo haga por nosotros, otra contradicción muy común en las parejas es aquella que alude al tema de la fidelidad, puedo prometer por un lado que seré fiel y al mismo tiempo estar saliendo con alguien más siendo deshonesto y contradictorio.


Otro signo de alarma es la polarización que encontramos en en el discurso de las parejas en crisis, esto quiere decir por un lado, que se considera que el otro es el malo mientras yo me considero como la #víctima de la relación. Otra forma en la que se manifiesta esta polarización es que de manera inconsciente puedo llegar a sentir envidia o celos de ciertas características de mi #pareja que suelo decir que no me gustan o que tiendo a criticar de manera constante. El pensamiento polarizado no me permite ver la escala de grises tendiendo a definir mi situación actual como buena o mala sin contrastes.

un elemento más es la magnificación, sabemos de ella cuando nos enamoramos viendo a la persona y adjudicándole características que posteriormente nos daremos cuenta que eran magnificadas por nosotros y que contrastan con la realidad. Una #pareja en crisis puede expresar la magnificación en su Discurso cuando espera que el otro resuelva a través de su propia fantasía todo lo que ocurre y que es conflictivo en la relación. Frases como “ El podría hacerme feliz “ o “ ella podría resolver la situación si quisiera “ hablan de la magnificación en el sentido en el que estamos poniendo en el otro un ideal creado nuestra propia fantasía y que no es congruente con lo que vemos en la otra persona.


La esterilización de la palabra es otro de los signos negativos en la comunicación que nos ayudan a identificar cuando es necesario romper nuestra relación de pareja y consiste en cuando un un miembro de la #pareja o ambos dicen cosas sin filtro, es decir, que con el pretexto de decir la verdad o decirle al otro lo que se piensa se llega a la agresión verbal dejando a la palabra estéril, es decir sin sentido ya que este tipo de comunicación a lo único que nos va a llevar es a la generación de más problemas y dificultades.

La colusión es otra manera negativa de enfrentar los conflictos en pareja y consiste en la falsa idea de que estoy unido al otro de una manera perfecta. Aquí encontramos aquellas parejas que suelen aparentar que tiene en el matrimonio perfecto donde no hay ningún problema y todo ha salido bien. Valdría la pena preguntarnos si dentro de nuestra relación realmente todo va bien o es más bien un mecanismo que nos permiten negar una realidad que no queremos enfrentar. Otro tipo de colusión es la que se da con otros miembros de la familia, más comúnmente con los hijos, y consiste en que uno de los padres se alía con uno o varios de sus hijos en contra de la #pareja así, un hijo puede convertirse en un paño de lágrimas, en un consejero o incluso llegar a sustituir las funciones del otro padre con tal de demostrar y demostrarnos a nosotros mismos que la otra persona es quien está mal haciendo una falsa validación de nosotros mismos. Entre más se señale al otro y se deje de lado lo que nosotros aportamos para que eso que no nos gusta ocurra es más difícil que la relación pueda repararse.



En resumen, podemos decir que para saber si debemos dejar nuestra #relación debemos de tomar en cuenta la presencia de los siguientes elementos:


  1. La pérdida de metas en común que se va haciendo más grande con el tiempo o bien, la pérdida del interés en ellas que se manifiesta de manera constante y cada vez más profunda.

  2. La pérdida de la #confianza ya sea por celos o por promesas que no se cumplen y que se van posponiendo cada vez más a través del tiempo.

  3. Una #comunicación en la que se devalúa al otro constantemente o bien, en donde tengo que ser yo la persona que quede en segundo plano con tal de mantener la relación.

  4. El predominio de la fantasía a un nivel en el que alcanzo a reconocer que mis expectativas están completamente fuera de la realidad y que es muy poco probable que se vayan a cumplir ya sea mediante la idealización del otro o bien, creyendo que algo extraordinario ocurrirá salvando así mi #relación.

  5. El uso de terceras personas que pueden ser los hijos, parientes o incluso amantes para que me ayuden a mantener mi #relación imponiendo en ellos una responsabilidad excesiva que no les corresponde.

  6. Insatisfacción emocional o sexual que ha perdurado a través del tiempo y la cual parece no tener solución ya sea debido a mis propias fantasías o a la falta de interés de la otra persona en poner cartas en el asunto.

Éstas son algunas de las señales que te ayudarán a tomar la mejor decisión o bien, a buscar ayuda lo más pronto posible si tu deseo es mantener la #relación. La mayoría de las #parejas llegan a #psicoterapia con relaciones ya muy desgastadas en donde la comunicación es mayormente dañina y donde hay poco que hacer para salvar la #relación. Por eso es importante que identifiques estos elementos a tiempo y si ves que uno o varios de ellos están interviniendo en tu relación busquen ayuda profesional para poder ver aquellos puntos ciegos que toda relación tiene, trabajar en ellos y fomentar una mejor comunicación y convivencia para ambos.











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