¿Has llegado a sentir que algo estás haciendo mal, como madre o padre con tus #hijos porque se pelean entre ellos?
Supongamos que estás trabajando en casa, estudiando o estás cocinando, estás haciendo algo que requiere toda tu atención y de repente pasan tus #hijos, corriendo, peleando y discutiendo por alguna razón que desconoces. Tú, te acercas a ellos o los sigues, pero ya te sientes muy enojada(o), porque piensas “estos niños no me dejan hacer nada en paz”, “quiero paz en esta casa” es lo único que puedes decir o pensar.
Inmediatamente les empiezas a gritar que se aplaquen, que se sienten, etc. Y ellos parecen no escucharte, por lo cual elevas el tono de voz y entonces eso se vuelve un caos. No tienes idea porqué están peleando y por más que preguntas todos hablan al mismo tiempo o se culpan unos a otros.
Por lo general, cuando te enojas con tu pareja porque no sacó la basura, o porque no lavó los trastes, etc. no te estas enojando por el hecho en ese momento sino probablemente porque olvidó el último aniversario, o porque en alguna decisión que tomó, no te preguntó tu opinión o pueden ser muchas cosas que traes guardadas y no las has platicado, así mismo les pasa a los #niños y la mayoría de las veces no los entendemos, no nos ponemos en su lugar.
Para los #niños es muy importante sentirse valorados y comprendidos por sus padres. En el momento puedes contenerlos con cariño y darles besos y abrazos, acompañarlos hasta que se sientan mejor. No hay que juzgarlos, ni tomar partido por ninguno de los #hijos. Hay que decirles que todos tenemos momentos difíciles, pero que podemos llegar a un acuerdo, sin aventarnos cosas, sin golpes y sin hacernos daño.
Podemos dejarlos en el momento de la pelea o discusión para que resuelvan sus diferencias pero hay que enseñarles a hacerlo, que expresen lo que sienten en ese momento, que digan sus emociones y que logren resolver el conflicto. Muchas veces los puedes observar de lejos, porque los niños pueden pelear, pero un instante más tarde ya están felices y con el mismo cariño de siempre.
Y entonces cuando ya los ves jugando como si nada hubiera pasado les dices: “que bien, me da gusto que hayan arreglado sus diferencias y que estén contentos, son estupendos hermanos y yo los quiero mucho”. Si los enseñamos desde pequeños a resolver conflictos y diferencias, así será conforme vayan creciendo.
Porque si no lo resuelven desde niños cuando van creciendo no saben cómo hacerlo y entonces cuando son adultos menos se van a llevar bien.
En determinado momento lo que pensamos los padres, es que queremos que nuestros #hijos cuando sean adultos y hagan sus familias, se apoyen y se cuiden entre ellos, que sepan que cuentan unos con los otros. Que no se dejen llevar por lo que piensen o comenten las parejas en determinado momento acerca de algún tema familiar. Y que ese cariño que se tienen desde pequeños permanezca siempre. Porque hermanos y hermanas siempre van a ser.
¿Quieres saber más acerca de este tema?, acércate a un psicólogo, toma terapia o toma sesiones para padres, porque nadie sabemos cómo ser padres y madres, sólo conocemos la forma en que nos educaron a nosotros.
Acércate a los especialistas, no te vas a arrepentir de tener una mejor relación con tus #hijos.
Psicóloga Rocío Argüelles
Psicóloga de niños, adolescentes y adultos
Asociación Libre - Psicólogos en San Luis Potosí