Te la pasas súper bien con tu amiga o amigo. Te despiertas un día y te das cuenta de que ¡te gusta!. No lo puedes creer, ¿en qué momento pasó? ¿Y ahora qué?
Te pones a pensar si en realidad te #gusta o es sólo que le aprecias y quieres demasiado por la #amistad. Aquí te dejo algunas pistas para distinguirlo:
Celos. Te incomoda el que venga y te cuente que le atrajo o que le gusta alguien más. No quieres ser su confidente en ese aspecto.
Se vuelve prioridad. Antes claro que le tenías en cuenta, pero ahora casi casi está en todo. Se encuentra en tus pensamientos la mayoría del tiempo.
La #amistad no se siente suficiente. Quieres pasar momentos con tu #mejoramiga o #mejoramigo de una forma distinta, en plan romántico. Te imaginas cómo sería su noviazgo.
Redes sociales. Estás al pendiente de si ya te respondió los mensajes, qué te dijo y sientes una eternidad por lo que tarda, también de qué piensa de lo que publicaste.
Te lo dicen. Puede que tú no te des cuenta de que haces las cosas diferente, como hablarle más bonito o tener más consideraciones, pero los demás sí.
Analiza las razones. ¿Desde cuándo crees que te gusta? ¿Te enteraste que a tu #amigo o #amiga le gusta alguien más y por ello te podrías sentir abandonadx? ¿Te sientes bajoneadx y/o insegurx por alguna situación y a lo mejor el tener una relación de pareja te brinde la seguridad y comodidad que necesitas?
Si te diste cuenta de que sí te #gusta tu #mejoramiga o #mejoramigo ahora te preguntarás qué hacer. La horrible confusión de decirlo o no, no te dejará en paz. A continuación te comparto qué puedes hacer al respecto:
Acepta lo que sientes. Si lo intentas reprimir por pensar que arruinarás la #amistad, sólo te causarás malestar. Aceptarlo y comprender que es totalmente normal que te hayas #enamorado de tu mejor amigo o amiga te hará sentir mejor.
Sé observador/observadora. No sabemos si a la otra persona también le pase lo mismo, fíjate en su comportamiento para darte cuenta. También te servirá para que vayas viendo cómo manejar la situación.
Honestidad. Pretender que la #amistad seguirá siendo igual cuando sabes lo que sientes no es realista, tú no te sentirás igual y eso muy probablemente afecte la relación. El poder expresarle a tu amiga o amigo lo que sientes, aunque el resultado no sea favorable, te hará sentir liberadx y tranquilx.
Respetar la decisión. Quizá jamás haya pensado que su amistad podría llegar a hacer una relación de pareja y que quiera pensarlo, está bien que lo haga para tener claridad. Sería lo más increíble si también siente lo mismo por ti, pero también está la opción de que no sea su deseo el estar contigo de esa manera.
El que puedas comunicar y expresar lo que sientes te puede ayudar a gestionar la relación que mantienen para que la tomes con madurez. Aparte, evitará que la posible decepción y frustración de no crear la relación de #amistad en algo más haga que asocies ese vínculo a una experiencia desagradable y hasta quizá tratando de manera injusta a tu #mejoramiga o #mejoramigo.
No te apures, no eres la primera persona y ni serás la última a la que le gusta su #mejoramigo o #mejoramiga. Es parte del convivir, de tener tantos momentos de complicidad y esto puede hacer caer en el #enamoramiento. El poder ser vulnerable con tu #mejoramiga o #mejoramigo y que te comprenda, que te escuche, que sepas que estará ahí para ti, que sabes que estás en bienestar por ser tú, que sientes que te cuida y se preocupa por ti, también es parte de cruzar esa línea de amistad.
El problema viene cuando no eres correspondidx, siempre puedes acudir con un #psicólogo o #psicóloga para que te sientas acompañadx en este proceso, conozcas tus opciones y tomes las decisiones convenientes para que te puedas sentir mejor.