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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 3 sept 2018
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 7 mar 2023



que hacer si estoy triste

Cuando alguien muere, cuando acabas de terminar una relación de pareja, cuando tienes discusiones con tu familia, pareja o compañeros, cuando fuiste despedido o tu trabajo no era lo que esperabas, cuando llegas a una nueva ciudad y aún no tienes personas cercanas con las cuales salir o convivir, cuando las cosas que hacías dejan de tener el sentido que inicialmente tenían, todas estas situaciones y muchas otras pueden hacerte sentir triste, desilusionado o desmotivado, sin embargo, ¿es malo sentirse triste?

En los últimos años, pareciera que en conjunto de esta epidemia de frustración, depresión e irritabilidad que nos embarga como sociedad a nivel global existe una penalización, una connotación negativa ante la tristeza (especialmente), llegando incluso a hablarse que aquel que no se divierte, que no es extrovertido, que no se siente feliz debe de tener algo malo con él o ella.

Pero la realidad de la vida es muy diferente, actualmente existe una desmedida preocupación por la búsqueda de ser feliz (!todo el tiempo!) y de evitarle el dolor o incluso negar que algo pueda generar dolor y sufrimiento al otro o a nosotros mismo. Pero la vida trae dolor, trae pérdidas y tristeza, se espera que ciertas situaciones de nuestra vida nos generen tristeza, que tengamos un periodo para recuperarnos de estas pérdidas y que eventualmente ese dolor que sentimos disminuya lo suficiente para volver a movernos, cambiar, aprender, entender y continuar.

Actualmente existe una confusión con respecto al manejo y entendimiento de la tristeza pues está siendo "patologizada" es decir, visualizada como algo anormal, es por eso que te planteo 3 puntos para poder entender como entender tu tristeza, actividades para y saber, cuando necesitas ayuda:

1. Estar triste no es una enfermedad ni es un trastorno. La tristeza tiene una función en la vida anímica, es la emoción que sentimos ante el dolor o la pérdida, sirve para tener momentos a solas y recuperarnos, pensar y reflexionar. No es malo estar triste, sin embargo implica sentir dolor, afrontarlo, tratar de entender lo que pasó y aunque habrá situaciones (como el abuso, la violencia o la muerte) de las cuales quedarán huellas, la idea es que sean eso, huellas que permanezcan con nosotros sin tanto dolor, pero para llegar a ese punto, hay que afrontarlo primero.

2. Analiza porqué te sientes así y desde cuando. La diferencia entre depresión y tristeza se establece primordialmente con 2 cosas,

a. Intensidad de la sensación, no es lo mismo sentirse triste a tener pensamientos recurrentes de querer morir o que la vida no tiene sentido, así como no es lo mismo no poder disfrutar de nada de lo que antes me hacía feliz a sentir a sentirme desmotivado con lo he venido haciendo hasta ahora, evalúa la intensidad de lo que sientes y piensas.

b. La duración, sin embargo considero que esto es necesario tratarlo caso por caso porque implicaría definir un tiempo en que nos tardaríamos para recuperarnos de la muerte, una ruptura o divorcio, o de la pérdida de nuestro sentido de vida, sinceramente considero que esto, lo referente al tiempo es algo muy engañoso y hay que tratarlo con cuidado y de forma íntima y persona. No importa si la situación está durando horas, días, meses o años, si sientes que estás en riesgo, que sientes que no puedes recuperarte, no te detengas y busca ayuda de inmediato.

3. Actividades para regresar a ti mismo y continuar. Retoma lo que anteriormente te hacía sentir motivado y en bienestar, pero sobre todo, intenta cosas nuevas, date tiempo para pensar y sentir, no retengas tus sentimientos (llora, habla acerca de lo que te molesta), no te apresures y no trates de evadir la tristeza (irte de fiesta todo los días o inmediatamente buscar a otra persona o asumir que estás durmiendo 12 hrs. seguidas porque tienes sueños es evadir). Al principio será difícil y sentir que te esfuerzas, pero aprender y buscar cosas que te motiven y te gusten ayudarán a retomarte a ti mismo.

4. No tengas miedo de pedir ayuda. Sea lo que sea que sientas, tristeza, irritabilidad y frustración, si sientes que necesitas hablar con alguien, busca apoyo con tus amigos, compañeros o familia, si no te sientes cómodo compartiendo lo que piensas o lo que estás sintiendo con alguien que conozcas busca ayuda profesional, pedir ayuda es reconocer que lo que sentimos es intenso y complicado de manejar, la idea de asistir a atención psicológico o psicoterapia es conocerte mejor, entender las fuentes de lo que pasa para poder hacer algo al respecto.

  • 6 ago 2018
  • 2 Min. de lectura

Actualizado: 7 sept 2019



Buscando la felicidad

"Yo solo quiero que mi hijo sea feliz", "Me dicen que tengo todo para ser feliz, que no debería de quejarme", "Yo debería de ser feliz con esto, es lo que siempre busqué y ahora que lo tengo no me siento igual", "Quiero encontrar una pareja y por fin ser feliz", "Si todo hubiera sido diferente podría ser feliz". Estas son solo algunas de las frases - angustiasteis y persecutorias - que he escucha en el transcurso de mi trabajo tanto con niños, adolescentes y adultos.

Hace algunas décadas se popularizó una visualización del cómo debiera ser la vida si se alcanzaba el éxito, el amor, el desarrollo personal o laboral, la estabilidad económica, la pareja "indicada", etc. estableciendo que una vez que se alcanzara la "cima de la montaña" de la vida, podría llegarse a un estado de felicidad y de plenitud constante, era una meta.

Sin embargo, la intención de este texto es cuestionar y repensar, ¿es una meta?, ¿existe este estado de absoluta comodidad y felicidad?

La búsqueda de esta clase de felicidad es extremadamente tramposa y peligrosa, e indirectamente lleva a lo contrario, sensación de vacío, incomprensión, aislamiento, duda. Y es que la felicidad no es una sensación totalitaria e irrestricta, única e imperecedera. La felicidad son momentos que se encuentran inmersos en la vida en sí, brindándole tonalidad y profundidad, tal cual y como lo hace la angustia, la tristeza y la agresividad.

Evitar las emociones y experiencias que nos vida la vida y por ende visualizando el conflicto o el cambio como "problemas" o "incomodidades" colocan una máscara donde nos escondemos de nosotros mismos, de lo que sentimos y verdaderamente pensamos, llevándonos a lugares en donde nos sentimos solos, vacíos, sin sentido de vida.

Si podemos asumir ésta condición efímera de la felicidad, ésta “naturaleza” cambiante de nuestro exterior e interior - ya no como falta o exceso de algo sino simplemente como particularidad que posibilita construir los recursos para vivir - nos encontraremos felicidad no como meta, sino como parte del camino.

Es importante que redefinamos el concepto de vida, plenitud y felicidad que nos han vendido - literalmente, es uno de los planteamientos de una sociedad de consumo - para mantenerlos trabajando, cómodos y con poquísima capacidad de análisis y nula capacidad de lucha y cuestionamiento ante lo establecido social y culturalmente.

Considero que con lo que debemos de comenzar es no confundir la felicidad con la comodidad o el placer, pues definitivamente no es lo mismo, y la próxima vez que te encuentres frustrado por la realidad, por la vida, por la incomodidad piensa en la felicidad como parte del paisaje no como puerto para descender.

  • 22 ene 2018
  • 4 Min. de lectura

Actualizado: 7 sept 2019



Como saber que tengo depresion

¿Cómo puedo saber si tengo depresión? Una pregunta frecuente de parte de pacientes (y no pacientes) a todos aquellos que nos dedicamos a la psicología o a la psicoterapia, sin embargo algo que preocupa es que incluso más frecuente que la pregunta "¿tengo depresión?" es la afirmación de parte de un gran número de personas al decir y posicionarse como "deprimidos", "con depresión", describiéndose con un adjetivo o un diagnóstico que poquísimas veces se ha sido analizado con detenimiento, o mínimamente repensado.

Hay que tener cuidado por la manera en la que entendemos la depresión, ya que ese término actualmente más allá del diagnóstico de un trastorno mental (en toda regla indicado por la comunidad "psi" y la medicina), está sirviendo para describir estados de tristeza, de falta de sentido de vida, de vacíos, que se ocultan tras la palabra depresión, y que utilizan esa misma palabra para describir cuestiones vinculadas a la vicisitudes del día a día, del ser y de la vida. Vaya, ahora resulta que TODOS estamos deprimidos o tenemos depresión, ¿con qué parámetro evaluamos lo que consideramos que es "lo normal" del estado de ánimo de una persona? ¿estamos esperando sentirnos felices todo el tiempo? ¿queremos estar en estados de calma eternos? Qué nada perturbe nuestra tranquilidad o comodidad, que nada se pierda, que todo permanezca siempre, y que nos "la pasemos bien" por siempre.

Suena a que las personas acogimos la palabra depresión para justificar nuestras tristezas y pérdidas sin necesidad de analizarlas a profundidad, como si actualmente la palabra depresión estuviera fungiendo como un tapón, "simplemente, estoy deprimido" y de ahí podemos pasar a varias salidas - peligrosas a mi parecer - "necesito medicamento", "yo debería de haber olvidado ya esto", "debo de ser más fuerte y superarlo", "lo que debo de hacer es ejercicio u ocuparme en otra cosa", todas presiones acerca de la manera de cómo debemos de reaccionar, lo que se espera de nosotros, y sobre todo del tiempo en el que debemos "estar bien" o "al 100%".

Tengo que aquí hacer un alto, no estoy hoy diciendo que no existe la depresión, sin embargo me parece que aquello que describe:

  1. Disminución o desaparición del interés y la capacidad de disfrute por las cosas que anteriormente resultaban placenteras.

  2. Ausencia de respuestas emocionales ante eventos que, generalmente, suelen desencadenar reacciones.

  3. Alteraciones del sueño: es especialmente frecuente la incapacidad de conciliar el sueño (insomnio de conciliación), la de mantenerlo durante más de dos horas consecutivas (insomnio de mantenimiento), o despertarse al menos dos horas antes de la hora prevista.

  4. Empeoramiento progresivo durante el día del humor depresivo.

  5. Disminución marcada del apetito.

  6. Disminución del peso corporal por descontrol alimentario (aumento o descenso marcado del apetito) de al menos un 5% en el último mes evaluado.

  7. Disminución marcada o ausencia de apetito sexual.

  8. Pérdida de la autoestima y de la confianza en uno mismo. Sentimiento de inferioridad no justificado prolongado en el tiempo.

  9. Autoreproches constantes y desproporcionados con sentimiento de culpa excesiva e inadecuada.

  10. Pensamientos de muerte o suicidio recurrentes, incluyendo tentativas.

  11. Disminución de la capacidad de concentración y pensamiento.

... solo hace eso, DESCRIBIR pero no proporcionan conocimiento personal sobre la particularidad de los sentimientos y pensamientos de una persona.

El indicar que "se cumplen" con los puntos (o criterios) de diagnóstico para depresión, es apenas poner un punto sobre el mapa de la llamada depresión, ya que cada uno de nosotros tiene particularidades, historia y pasado que fundamenta lo que nos hace vivir la tristeza, la frustración, el amor, el abandono de maneras únicas, y solo conociendo esas particularidades podrá haber un entendimiento de lo que nos moviliza (o inmoviliza), donde vienen precisamente esos "auto reproches" y "falta de confianza", palabras que nos insultan e incluso nos hacen pensar en destruirnos (pensamiento suicida),

Pensemos nuevamente desde esta "depresión" que tenemos y nos preguntemos ¿porqué una ruptura amorosa me hace que mi vida pierda sentido?, ¿porqué la pérdida del trabajo me afecta tan intensamente?, ¿de donde vienen las palabras con las que mi insulto y minimizo?)

Recordemos, el hacer ejercicio, la meditación, las fiestas, viajar, y ya de manera más especializada (según la intensidad de lo que sentimos y que tanto nos afecta) los medicamentos antidepresivos están enfocados en reducir la sensación de inmovilidad, la intensidad de la angustia, y se usan para continuar con actividades de la vida cotidiana que nos permita hacer lo necesario para sobrevivir (comer, dormir, trabajar), sin embargo no sustituyen la atención psicológica o un tratamiento psicoterapéutico para entenderse, analizarse, explorarse. NADA SUSTITUYE EL QUE YO HABLE DE MI Y DE LO QUE PIENSO, nada sustituye la posibilidad de cuestionarme e intentar hablarme con verdad y sinceridad. Todo aquello enfocado en evitar (de maneras activas o pasivas) hablar sobre lo que me pasa son trampas autoimpuestas que por eso mismo, son difíciles de sortear.

No minimicemos la particularidad, ya que cada quien vive "sus depresiones" de forma PARTICULAR y ÚNICA, el pensamiento y el sentimiento es personal, subjetivo y por eso mismo, intenso, misterioso y disruptivo.

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