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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 6 nov 2017
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 8 mar 2020


como hablar de la muerte con los niños

Hablar con los niños sobre la muerte, es uno de los temas que como padres tendemos a ocultar y evitar lo más posible ¿pero por qué?

Hablar sobre la muerte en general es un tema conflictivo incluso para nosotros como adultos pues está rodeado de misticismo, dudas, recuerdos dolorosos de pérdida o miedo.

Sin embargo, es importante aceptar que eventualmente nuestros hijos habrán de enfrentarse a experiencias de pérdida (de familiares, mascotas, etc.) y es necesario prepararnos para hablar con ellos de este tema.

  1. Antes de abordar el tema, analiza y piensa con claridad lo que deseas transmitirle a tu hijo. Cada uno de nosotros tiene creencias y explicaciones que forman parte de los valores y formas de entender nuestro entorno que queremos fomentar como familia. No tengas miedo de investigar, hablar con tu pareja, preguntar a un guía espiritual o profesional hasta que hayas formado un discurso claro y vinculado a tus creencias y valores familiares.

  2. No ocultes tus sentimientos. Ocultar nuestros sentimientos ante un momento de pérdida puede hacer que nuestro hijo sienta ansiedad además de que aprenderá a ocultar sus emociones cuando devenga una situación parecida. Indícale que es normal sentirnos tristes cuando muere alguien, pero coloca el acento en que es a través del amor y el apoyo de la familia que podemos sentirnos mejor y no olvidar aquello que nos ha enseñado aquel que ha muerto.

  3. Los que se van, siempre están en nuestra memoria. Uno de los temores más grandes para los niños es que aquel que muere desaparece o bien permanece junto a nosotros sin que lo podamos ver, es necesario, por lo tanto, aclararles que aquellos con los que convivimos forman recuerdos y lazos con nosotros que permanecen en nuestra memoria para siempre aún a pesar que físicamente no podamos verlo. A su vez, podemos utilizar elementos como rasgos físicos y vínculos sanguíneos para aclarar que aquel que parte está dentro de nosotros pues deja su herencia en nuestro interior tanto por sus recuerdos como por su herencia en los rasgos físicos o de carácter compartidos.

  4. Morir no es “como dormirse”. Uno de los errores más frecuentes al explicarles a los niños la muerte es realizar la similitud entre morir y quedarse dormido para no despertar. Esta metáfora puede generar muchísima angustia y generar fobia a dormirse o pesadillas. Es necesario aclarar que cuando morimos nuestro cuerpo descansa y se integra nuevamente a la tierra (ya sea porque nos reintegramos a la naturaleza cuando nos colocan en la tierra o se esparcen nuestras cenizas) y que, aunque nuestros seres queridos no pueden vernos, nuestra esencia permanece en nuestra familia y amigos.

  5. Familiares o conocidos con enfermedades terminales. Cuando nos encontramos ante la enfermedad grave o terminal de una persona cercana al niño es necesario explicarle los cuidados que debe de tenerse con ella y lo importante de compartir momentos para fortalecer el vínculo. Procuremos contestar sus dudas y, sobre todo, no dudar en que esto le generará angustia y prepararnos para brindarles todo nuestro amor y comprensión.

Asesórate y busca ayuda profesional. No esperes meses para llevar a tu hijo con un psicólogo o psicoterapeuta si presenta intensa ansiedad, pesadillas, no puede dormir, tiene miedo o pregunta de manera constante sobre la muerte, etc. Consulta con un especialista infantil o bien, busca asesoría con un profesional para que te oriente a cómo manejar el tema de forma más personalizada.


Actualizado: 11 abr 2024



Cómo poner límites a los niños

Mucho se ha hablado acerca de la crisis de disciplina y falta de límites que como sociedad estamos presentando desde hace unos años (décadas), hablando incluso de una "epidemia" de niños que no obedecen, responden de forma altanera o agresiva a los padres, vaya, que no saben de límites.

Sin embargo, hay también una confusión importante acerca de lo que es un límite y su diferencia entre éste y una norma.

La gran diferencia entre un límite y una norma, es que los límites establecen el "NO" (así con mayúsculas) y las normas establecen el cómo SI realizar una acción de forma socialmente aceptable.

Los límites están vinculados a la seguridad del niño, están implicados en su supervivencia (peligro, higiene, sueño) y en el desarrollo de sus capacidades, sobre todo, su tolerancia a la frustración y su capacidad para perseverar en una tarea a largo plazo.

Las normas, en cambio, se formulan en positivo, pueden llegar ser negociables tomando en cuenta circunstancias o tiempos, e incluso ser modificables tomando en cuenta la etapa de desarrollo del niño. Es decir, los límites proveen un entendimiento profundo de los peligros y circunstancias del entorno del niño, como él puede protegerse a si mismo y mantener un respeto por lo externo, así como también, por su seguridad, fomentan la independencia y lo establecen como una persona que puede ser independiente y procurar su bienestar y salud. Ejemplos de límites y normas

Cuando es un LÍMITE No importa la edad, aplican para la sobrevivencia, seguridad e higiene del niño (incluso del adulto).

  • Cruzar la calle con cuidado y siempre viendo a ambos lados.

  • Al entrar al coche ponerse el cinturón de seguridad y no quitárselo durante el viaje.

  • No lastimar, golpear o insultar a ninguna persona o animal.

  • No aceptar ningún objeto, bebida o comida de extraños.

  • Bañarse teniendo cuidado de asear todas las partes de nuestro cuerpo.

  • Lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño.

  • No dejar objetos en el suelo pues alguien puede tropezarse.

  • Si hemos ensuciado o tirado algo hay que limpiar o levantarlo.

  • No podré obtener todo lo que deseo al momento, tendré que esperar o trabajar para lograrlo.

  • No permitir que alguien toque su cuerpo si lo hace sentir incómodo o lo hace sentir mal. Cuidar la salud e ir al médico cuando nos sentimos enfermos.

Una NORMA enseña formas sociales que permiten desarrollar costumbres, pero si no se llevan acabo no afecta la seguridad e integridad del niño

  • Tender la cama por la mañana.

  • Recoger los juguetes y colocarlos en la sesta después de jugar.

  • Hacer la tarea de 4 pm a 7 pm

  • Jugar con la pelota únicamente en espacios como patios o canchas.

Promover la noción de los límites en nuestros hijos le permitirá saber que la realidad y él mismo tiene límites, que debe cuidarse porque hay peligros reales en el exterior, que él puede protegerse a si mismo si las sigue, y que no importa su edad, puede ser independiente y visualizar su potencial como ser humano, pero que únicamente podrá alcanzarlo su trabaja en su objetivo.

¿Porqué poner límites es difícil?

Considero que este es el principal punto de la pregunta inicial, ya que muchos padres actualmente están siendo devaluados por su mismo entorno (padres, escuela, pareja) por su imposibilidad para poner límites y normas a sus hijos, pero ¿porqué a veces es tan difícil decir que no a nuestros hijos?

Puede ser que desde que nos genera culpabilidad, sentimos o pensamos que les estamos haciendo daño o privándolos de algo que en realidad tenemos o podemos proporcionarles de manera inmediata, puede ser incluso porque de una forma compensatoria, queremos darles lo que nosotros padecimos o no pudimos tener en nuestra infancia, sin embargo, los límites y las normas no tienen como función someter al niño, sino prepararlo para enfrentarse a la realidad de la vida, así como también, enseñarle que su entorno y él mismo merece respeto y amor.

Privarlos de los límites y las normas sería entonces el equivalentes a proporcionarles todo sin que tengan que trabajar por ello o esforzarse y esperar que sean independientes y creativos cuando estén el exterior.

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