Desde las primeras civilizaciones en las que en la cultura se le dio un lugar al alma y a la dualidad humana, mente y cuerpo, razón y corazón, existen distintas teorías de cómo una afecta a la otra o se complementan. Con la existencia de nuestra conciencia y el lenguaje podemos nombrar los afectos y los conflictos que con todo esto aparecen.
El cuerpo es algo más allá que un depósito de nuestro ser, no es posible separarlo de nuestro sentir emocional, es por eso que cuando nos enfermamos, ya sea de una gripa o alguna enfermedad crónica, nuestras emociones reflejarán la manera en que esto nos afecta, y viceversa, nuestro cuerpo muchas veces refleja nuestro sentir y nuestra manera de actuar.
Entonces, ¿cómo puede ayudar la terapia psicológica en una enfermedad física? Cada persona tiene una relación distinta con su cuerpo, así como el cuerpo tiene una manera particular de expresar lo que la mente elabora; el lenguaje corporal, la manera de vestir, el corte de cabello, la manera de cuidarlo, la presencia de tatuajes, de cicatrices o cuntracturas musculares son maneras por las cuales expresamos a través del cuelpo. Nuestra existencia se materializa a partir de la presencia del cuerpo. Y es por esto, que cuando nuestro cuerpo enferma no debemos dejar de atender a lo que nuestra mente da lugar. ¿Qué sucede con mi identidad cuando tengo una enfermedad como diabetes u obesidad? ¿Cómo se afecta mi vida social con la implementación de cierta dieta u horarios para la toma de medicamentos? ¿Cuál es la reacción de mi familia cuando me enfermo? ¿Y cuando ellos enferman?
La enfermedad no sólo toca el cuerpo, toca y modifica el sentir. Así como nuestro cuerpo puede contar una histora, nuestra vida interna también. Una enfermedad siempre va a ser algo que nos exija realizar modificaciones en nuestra vida. Este artículo no trata de reflexología o de cómo leer la parma de las manos. La intención de hablar del cuerpo, la mente y la enfermedad, es poder invitar a que le demos un lugar a nuestro sentir y las ideas concebidas y removidas a partir de un cambio corporal, es una invitación a reflexionar cómo un año lleno de catarros o dolores de estómago, hablan también de años complicados en nuestra vida emocional.
Tomar a la enfermedad para entenderla, nos abrirá el paso a una manera más consciente de vivir y de darnos cuenta si realmente tenemos maneras de reestructurar nuestra vida que nos permita expresar en el cuerpo ese estar emocional que también tiene un lugar en nuestra vida.