Es innegable que la #ansiedad es uno de los principales problemas de la #sociedad en la actualidad. Y uno de los temas mas recurrentes dentro de quienes trabajan en el campo de la salud mental. Pero, ¿qué es lo que pasa cuando al tema de la salud mental se le da tanta importancia que termina por generar malestar? , cada vez es más frecuentes ver, que parte de la preocupación de los pacientes, ademas del malestar generado por la propia #ansiedad que presentan, tiene que ver con el tener que estar bien.
En las sociedades contemporáneas, el tema de la #saludmental, y el de la salud en general, ha cobrado una relevancia tal, que más allá de ayudar con la enfermedad, comienza a generar aquello de lo que tanto parece preocuparse. Convirtiéndose en una exigencia más a realizar, en un ideal más, de esas que tanto gusta la sociedad actual.
La sociedad moderna se ha convertido en un campo fértil para los denominados cuadros de #ansiedad, ya que el estar bien y el sentirse bien, en toda su ambigüedad, forman parte de los ideales a alcanzar si se quiere lograr la plenitud y desarrollo personal. Tal ha sido el impacto de esto, que el tener un estado de animo decaído, o uno que nos haga sentir cierto malestar físico o emocional, es sinónimo de que algo no anda bien, o de que no se esta sano. La #ansiedad, el #miedo y la #tristeza, pese a ser estados propios de la evolución humana, parecen querer ser negados y evitados, como si el sentirlos estuviera prohibido.
El riesgo de este tipo de situaciones radica, en que una vez incrustadas en el imaginario social, ademas de ser difíciles de erradicar, traen consigo un mayor malestar, por ejemplo, un cúmulo, aun mayor, de #ansiedad innecesaria. Porque estar bien, ahora también se ha convertido en una carga, en una responsabilidad más.
Cuando uno da cuenta de este tipo de fenómenos, no puede hacer menos que cambiar los modelos clínicos, en donde el #bienestar no esté directamente relacionado con una buena #saludmental y física, sino que por el contrario, se dé apertura a nuevas formas de experiencia que den lugar a la frustración y al sufrimiento como parte indisociable de la vida. Como aquellas experiencias que pueden ser trabajadas, ya no con la intención de eliminarlas, negarlas o anularlas, sino que por el contrario, como aquello que podemos incorporar para darle un sentido distinto en nuestra vida.
Luis Franco