“No hay 4 o 5 razas diferentes de humanos. Solo hay una raza en la Tierra, y todos somos miembros de la misma, la raza humana. Pero nos hemos separado en razas para hacer que algunos de nosotros no sintamos superiores a los demás. No ha funcionado, ha sido malo para todos. Cualquier cosa que aprendiste la puedes desaprender.” - Jane Elliot.
No existe un gen para el #racismo, para la #homofobia, la #transfobia, el #sexismo y/o el #clasismo, para la #intolerancia; estos comportamientos son aprendidos y como menciona Jane Elliot, estas cuestiones se pueden desaprender, y salir de la ignorancia, de la idea que eres mejor que alguien más por características que no se pueden cambiar como el pigmento de la piel. Y es un tema complicado, un tema que incluso para los adultos es incómodo porque no sabemos como hablarlo entre nosotros, por miedo, por vergüenza, por parecer ignorantes, sin embargo, es necesario que se hablen estos temas, pero, y ¿cómo hablamos de #discriminación con los #niños?
Como bien sabemos las personas pueden ser discriminadas por muchas razones, la edad, el género, peso, religión, estatus socioeconómico, discapacidad, #orientaciónsexual y/o etnia. La Asociación Americana de #Psicología incluso menciona que estos temas no deben ser ignorados al momento de hablar con los niños, pues son cuestiones que como sabemos, aprenderán y depende de nosotros, como padres y adultos educar. Normalmente pensamos que los niños no se dan cuenta o no notan las cosas que pasan, las cosas que decimos, como las externamos, sin embargo lo hacen, y no solamente dentro de casa, sino que notan lo que ocurre en los medios, en las calles, en su contexto cultural y social; y cuando los padres evitan hablar de este tipo de temas, los niños entienden que es un tema “tabú” del cual no se habla y evitan hacer preguntas y dudas sobre estas situaciones que viven. Discutir la discriminación permite que el tema se vuelva normal y se aprenda que cosas son estereotipos negativos y el impacto que tienen en la vida de las personas, y que incluso logren señalar situaciones de discriminación.
Entonces ¿cómo puedo iniciar a discutir sobre temas de discriminación? La Asociación Americana de Psicología (2016), nos da una guía:
No se trata de hacer una plática, sino que sea un discusión del tema, que sea abierta y permita que continúe el aprendizaje.
Hablar del tema por más incómodo que parezca para uno mismo, los niños no tienen estos prejuicios e ideas preestablecidas, es mejor poder hablar con ellos y ayudarles en el proceso de aprendizaje.
Usar un lenguaje adecuado para que los niños puedan entender, no se trata de darles la toda información, sino que vaya siendo gradual.
Aprender a responder a las preguntas a la manera en que vayan apareciendo, que el niño sienta la seguridad de que puede preguntar sin temor a ser juzgado, pues está en proceso de aprendizaje y desarrollo.
Enseñarles el valor de la diversidad, que tener diversos puntos de vista permite entender el mundo que nos rodea y desarrolla la creatividad; y por otro lado, la discriminación afecta de manera negativa a todos, no solamente a quienes son discriminados.
Anticipa y ayúdales a prepararse ante la posibilidad de ser discriminados, a la manera de responder si identifican que están siendo oprimidos por cualquier razón.
Si escuchas que hacen un comentario discriminatorio permíteles que sea el inicio de una conversación donde puedan corregirse y aprender.
Reta tus propias ideas, suposiciones y comportamientos; como reírse de “chistes” discriminatorios, notar que tienes un sesgo ante cierto tipo de grupos; los niños aprenden sobre las acciones también, no solamente de las palabras.
Expandir los horizontes, tener mayor exposición a diversidad permite entender y aprender acerca de las cosas que nos hacen fuertes si se trabaja en conjunto.
Y ahora, ¿qué pasa si me doy cuenta que tengo ciertas actitudes, comportamientos, ideas que son discriminatorias y siento que me causan conflicto? El primer paso es tener el conocimiento, si bien sabemos el conocimiento es poder, esto nos permitirá darnos cuenta de cómo la discriminación va más allá de nosotros y se encuentra arraigada al sistema y la manera en que pensamos, actuamos y sentimos es algo que se ha ido transmitiendo de generación en generación; no obstante, es necesario que también podamos entender que estar en contra de la discriminación, sin importar su tipo, esta bien entender que es parte de nosotros, no se trata de decir soy libre de racismo, de homofobia, transfobia, de machismo y/o clasismo, sino reconocer y estar comprometido a luchar contra la discriminación, incluyendo si está dentro de nosotros mismos. La deconstrucción es un proceso de emocional, que inicia por comprender, por leer, por entender, sin embargo los prejuicios y actitudes podrían continuar, no es ser blanco o negro, 100% racista o 0% racista; se trata de entender y traicionar a un proceso afectivo y emocional en el cual podamos conectar, empatizar, pensar, imaginar en lo que pasa dentro del otro, para cambiar y aprender es necesario llorar, sentir, cuestionar, desafiar a nosotros e incluso a las personas que amamos, es un proceso de duelo.