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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 16 nov 2023
  • 2 Min. de lectura

El síndrome del #burnout o agotamiento en #docentes es un tema importante que ha sido reconocido y estudiado a lo largo de los años. El burnout se refiere a un estado de #agotamiento físico, emocional y mental causado por el #estrés prolongado y la carga de trabajo excesiva en la profesión docente; y , aunque no es un tema nuevo la pandemia del COVID-19 y las adecuaciones laborales en la docencia llevaron a muchos maestros compartir y proponer mejores condiciones laborales para tener una mejor

calidad de vida y brindar atención a sus #alumnos de manera adecuada.

Pero, ¿Cómo reconocer el síndrome de burnout o del agotamiento en los docentes? las causas de este agotamiento, son debido a que los maestros enfrentan cargas de trabajo exigentes, largas horas de trabajo, altas expectativas sobre si mismos y sobre los alumnos, los comportamientos del día a día de cada uno de sus estudiantes y directivos, además de las presiones administrativas y la falta de apoyo y recursos que pueden generar un agotamiento o #frustración debido a la necesidad de cumplir con estándares educativos y las expectativas de los #padres.

Muchos de los docentes, pueden experimentar síntomas físicos como #fatiga crónica, #insomnio, #dolores de cabeza, sistema inmunológico debilitado, dolor de espalda o dificultad para dormir.

Asimismo, emocionalmente pueden sentirse desapegados, incomodos o presentar una perdida de placer en su trabajo. Mentalmente, pueden tener dificultades en la #concentración, la #memoria y la toma de decisiones.

Es importante estar al pendiente de la frecuencia e intensidad de estos síntomas debido a que el burnout puede provocar sentimientos de frustración, #irritabilidad o diagnósticos como #depresión o #ansiedad.


El agotamiento o burnout afecta negativamente no solo a los docentes, sino también a los alumnos y al sistema educativo en su conjunto. Los maestros con burnout pueden tener una satisfacción laboral reducida, un rendimiento mas bajo y una menor eficacia en el aula. También pueden ser propensos a cometer #errores, experimentar #conflictos con colegas y tomas mas licencias por enfermedad. En ultima instancia, esto puede afectar los resultados de los aprendizajes de los estudiantes y la calidad educativa en general.

Para abordar el agotamiento en docentes, es fundamental centrarse en la #prevención y brindar #apoyo. Las instituciones educativas deben priorizar el bienestar de los docentes y crear un ambiente de trabajo positivo. Esto incluye cargas de trabajo manejables, comunicación clara y liderazgo de apoyo. Los programas y recursos de desarrollo profesional para el manejo del estrés, la gestión del tiempo y el cuidado personal también pueden ser beneficiosos para los maestros y de esta forma la salud mental de los docentes se puede ver beneficiada.

Los maestros pueden tomar medidas proactivas para prevenir el agotamiento y promover el bienestar; es crucial establecer un equilibrio entre el trabajo y la vida al establecer limites y tomar descansos.


Hacer #ejercicio físico, buscar #pasatiempos y practicar la #atención plena o técnicas de #relajación para disminuir el estrés. Asimismo, es importante buscar apoyo en colegas, mentores o profesionales de la salud mental.

Finalmente, reconocer y abordar el agotamiento en los docentes es crucial para mantener un sistema educativo saludable y eficaz. Al priorizar el bienestar de los docentes e implementar medidas de apoyo, es posible crear un ambiente de enseñanza positivo y sostenible.









Psicóloga Cynthia González

Atención psicológica a niños, adolescentes y adultos

Asociación Libre - Psicólogos en Monterrey

  • 30 sept 2021
  • 6 Min. de lectura

El #alcoholismo es una de las principales enfermedades que afecta adolescentes y adultos actualmente, la adicción al alcohol está normalizada muchas veces por la función social que tiene; en donde se cree que el consumir alcohol está relacionado con pasarla bien, disfrutar de un evento, una reunión social o una fiesta

En México, de acuerdo al Instituto Nacional de Salud Pública el consumo de alcohol es uno de los principales factores de discapacidad y muerte prematura. El consumo percápita por persona ese 4.4 litros por año, aunque esto suele aumentar al consumirse de manera excesiva en periodos cortos de tiempo, por ejemplo los fines de semana. El 77% de la población ha consumido alcohol por lo menos una vez en su vida, y el 33% considera que su consumo ha sido excesivo en el último año. El 40% de los jóvenes ha admitido haber consumido alcohol entre las edades de 12 a 17 años, mientras que el 15.2% admite consumirlo de manera excesiva.


No hay una definición única y exclusiva del #alcoholismo, sin embargo, podemos encontrar características en común en las diferentes investigaciones acerca del tema. La Sociedad Americana de Medicina sobre las Adicciones define el #alcoholismo como: Una enfermedad crónica primaria En cuya evolución y manifestaciones influyen factores genéticos, psicosociales y ambientales. La enfermedad es progresiva y fatal. Se caracteriza por los siguientes rasgos, que pueden ser continuos o periódicos: deterioro del control sobre la bebida, obsesión con el alcohol, consumo continuo de alcohol pese a sus consecuencias adversas y perturbación del pensamiento, sobre todo, a través de la #negación.


alcoholismo

Por otro lado, de acuerdo con el estándar internacional de estadística y categorización de enfermedades de la OMS, se considera una persona #alcohólica cuando:


Tres o más de las siguientes manifestaciones deben haber estado presentes durante al menos un mes o si han durado menos de un mes, deben haber aparecido juntas de forma repetida en algún período de doce meses:





  1. Deseo intenso o vivencia de una compulsión a consumir alcohol;

  2. Disminución de la capacidad para controlar el consumo de alcohol, unas veces para controlar el inicio del consumo y otras para poder terminarlo o para controlar la cantidad consumida.

  3. Síntomas somáticos de un #síndromedeabstinencia cuando el consumo de alcohol se reduzca o cese, cuando se confirme por: el #síndromede bstinencia característico del alcohol o el consumo de la misma sustancia (o una muy próxima) con la intención de aliviar o evitar los síntomas de abstinencia.

  4. Tolerancia, de tal manera que se requiere un aumento progresivo de la dosis de alcohol para conseguir los mismos efectos que originalmente producían dosis más bajas;

  5. Abandono progresivo de otras fuentes de placer o diversiones, a causa del consumo de alcohol, aumento del tiempo necesario para obtener o ingerir el alcohol o para recuperarse de sus efectos.

  6. Persistencia en el consumo de alcohol a pesar de sus evidentes consecuencias perjudiciales, tal y como se evidencia por el consumo continuado una vez que el individuo es consciente o era de esperar que lo fuera, de la naturaleza y extensión del daño.

En resumen, el #alcoholismo abarca tanto situaciones físicas, psicológicas, emocionales, sociales, entre otras. Podemos considerar a una persona alcohólica cuando el consumo sobrepasa el control de la persona sobre él mismo, y cuando dicho consumo ha empezado a generar deterioro en la #calidaddevida de la persona evadiendo sus responsabilidades con tal de continuar consumiendo alcohol, o cuando la persona se niega a dejar de tomar por miedo a que llegue los síntomas de lo que comúnmente conocemos como cruda, o #síndromedeabstinencia.


Existen tres niveles, de consumo. El primero de ellos se refiere Al consumo de riesgo, y es definido como un patrón de consumo de alcohol sin poner en riesgo al propio bebedor, o a los que le rodean. El consumo perjudicial es cuando ya se ven comprometidos lo #físico y lo #psicológico como consecuencia de la ingesta de alcohol continua y finalmente la dependencia que es un conjunto de fenómenos conductuales, cognitivos y fisiológicos que pueden aparecer después del consumo repetido de alcohol. Estos fenómenos típicamente incluyen deseo intenso de consumir alcohol, dificultad para controlar el consumo, persistencia del consumo a pesar de las consecuencias perjudiciales, mayor prioridad al consumo frente a otras actividades y obligaciones, aumento de la tolerancia al alcohol y abstinencia física cuando el consumo se interrumpe.


Entre las principales consecuencias #fisiológicas del consumo excesivo de alcohol encontramos: #Depresión, #cáncer de garganta y boca, resfriados frecuentes, mayor posibilidad de padecer neumonía, menor resistencia a las infecciones, daño hepático, entumecimiento, úlceras, En los hombres #disfuncióneréctil, en las mujeres la posibilidad de malformaciones en el feto, Envejecimiento prematuro, mareos, náuseas, pérdida de la memoria, E inflamación del páncreas.


En cuanto al número de bebidas, esta puede variar dependiendo de la cantidad de alcohol que se consuma en cada una de ellas, sin embargo la siguiente tabla nos muestra una versión estandarizada que nos ayuda a detectar cuando podemos considerar que nuestro consumo de alcohol está acercándose a la dependencia:


Consumo diario por nivel de riesgo

En esta imagen podemos observar que los ex bebedores se encuentran en un nivel de riesgo de leve a moderado, el consumo ocasional implica un riesgo reducido y se considera de una bebida a la semana, mientras que el bajo consumo va de entre 1 a 2 bebidas al día. A partir de aquí la tabla considera ya un riesgo leve, moderado, alto y muy alto. Considerando el consumo medio entre 3 a 4 bebidas al día, un alto consumo de cinco a seis bebidas al día, y un muy alto consumo de seis a más bebidas al día. Es importante considerar que esto se modifica de acuerdo a la cantidad de alcohol que se ingiere, así, por ejemplo, un nivel muy elevado de alcohol en un periodo muy corto de tiempo aunque sea en pocas bebidas, se considera como de riesgo alto.

¿Qué hacer?

Una vez que hemos descrito las formas de identificar el nivel de #alcoholismo que puede presentar una persona, es necesario saber de qué manera intervenir si nos hemos dado cuenta de que nosotros o una persona cercana se encuentra en un nivel de consumo riesgoso. Existen diferentes modalidades de intervención, de acuerdo al consumo, estos van desde la prevención hasta el internamiento y se consideran de la siguiente manera:


  • En el primer nivel, encontramos la zona de #prevención, que consiste en educar sobre todo a los jóvenes sobre las características, el consumo, y consecuencias del exceso de alcohol. En este nivel no existe aún una #dependencia, la persona puede o no haber probado el alcohol en algún momento de su vida. Es un nivel más que nada informativo enfocado en la #educación sobre el alcohol y el #alcoholismo.

  • El segundo nivel de intervención, cuando la persona se encuentra en un riesgo de muy bajo a bajo, esto es que consume alcohol pero solamente de forma periódica y sin ningún indicador de #dependencia, entonces se le puede aconsejar que tome algunas medidas precautorias, como no tomar cuando maneje, no hacerlo durante horas de trabajo, abstenerse si siente que comienza a perder el control. En este nivel todavía hay posibilidad de que la persona se regule por sí misma haciendo solamente algunos cambios en su rutina y en sus hábitos.

  • En el tercer nivel ya el consejo no es suficiente, y se recomienda el uso de una #terapiabreve para el manejo del consumo de alcohol, aquí podríamos encontrar a los consumidores de rango medio, de acuerdo con lo ya comentado anteriormente, la terapia breve puede ayudar a identificar Algunos de los principales rasgos que pueden predisponer o no a la persona aún consumo excesivo, y al mismo tiempo apoyar en resolver la situación es que estén promoviendo un consumo más excesivo.

  • En el último nivel, encontramos ya un consumo crónico de alcohol, que es diario y en grandes cantidades. En este nivel de consumo alto a muy alto es necesario derivar a la persona a un especialista, por lo regular se debe contar con un equipo multidisciplinario que incluye un médico, un psicólogo, un nutriólogo, entre otros. Sabemos que en México el sistema de salud muchas veces no posibilita una #atenciónintegral, por lo que se le debe dar prioridad a la consulta con el especialista en medicina, para revisar primero el estado general de la persona y a partir de ahí actuar, ya sea dándole seguimiento médico y psicológico, o llegar incluso a internar al paciente. Cuando se toma la decisión del internamiento, es importante estar asesorados por el médico para saber exactamente a dónde enviar a la persona ya sea por voluntad propia o contra su voluntad si ya está en riesgo su vida. Es importante cuidarnos de los llamados anexos que no están regulados por la ley y en donde generalmente se promueve más el consumo o bien se maltrata a las personas ingresadas. De ahí la importancia de consultar a los especialistas y asegurarnos de que el lugar en donde vamos a ingresar a nuestro paciente es un lugar que realmente promueva la #rehabilitación y el apoyo integral a la familia.

En conclusión, es muy importante tomar en cuenta todos los aspectos que engloban a una persona, desde el ámbito individual, social, de trabajo, familiar, y genético para poder tener una visión más amplia del grado de consumo de alcohol y de las posibles consecuencias que esto puede traer. Recuerda acudir a instituciones regularizadas y gubernamentales que te puedan ayudar y guiarte en el proceso de diagnóstico y tratamiento para ti o para los que te rodean.




  • 25 mar 2021
  • 3 Min. de lectura

Reflexionemos con respecto a nuestros prejucios

Hace unos días una persona me habló acerca de un propósito para año nuevo que me llamó la atención, este en específico fue: "dejar de hacer #prejuicios sobre los demás". Al escucharlo inicialmente me pareció bastante amplio, y es que así como otros propósitos cargados de buenas intenciones para iniciar el año, suelen ser generales y sencillos de abandonar. Al continuar escuchando con más detalles, nos encontramos con que dentro de este propósito habitaba un conflicto que no tenía que ver con la generalidad, sino con la exigencia en torno al cumplimiento como un imperativo moral: "debo dejar de hacer o sentir eso que llevo haciendo o sintiendo por mucho tiempo porque es lo correcto". ¿Y qué pasa si no se logra? "entonces estoy actuando mal y soy aún más culpable que antes al seguir reproduciendo esto de lo que me quiero deshacer". Pareciera que tratar de modificar un comportamiento o reacción emocional ante cualquier situación es algo complicado de lograr de inmediato con sólo buena voluntad.


En ocasiones solemos encontrarnos frente a este tipo de cuestionamientos: ¿Por qué sigo relacionándome con cierto tipo de personas que ya reconocí como patrones dañinos en mi historia? ¿Por qué sigo sintiéndome de tal manera ante eventos de mi pasado que ya he comprendido? ¿Por qué sigo repitiendo conductas que ya identifiqué como perjudiciales? En distintas situaciones la modificación de los #comportamientos y #emociones no suelen ir a la misma velocidad de la modificación del #pensamiento, y así como con el propósito de dejar los prejuicios, primero habría que entender no sólo el por qué existe esa conducta o reacción emocional que se quiere deshacer, sino también cómo es que se integró en el desarrollo de una persona hasta ser parte de la #estructura de su personalidad.





Tolerancia y no discriminación

Continuando con el hábito principal: dejar de elaborar prejuicios sobre los demás. Aprendemos desde pequeños mediante la observación a encasillar a las personas en categorías, la categorización puede llegar a ser útil para mantener una visión general y poder evaluar determinada situación, no es necesario experimentar uno mismo todas las situaciones para aprender sus posibles consecuencias. Desde niños aprendemos a establecer #relaciones entre cierto grupo de personas y como se comportan, encasillar puede, en algunos casos, resultar útil como protección ante posibles peligros con los que nos podemos encontrar. Al realizar este proceso de forma #inconsciente, se va formando una relación estrecha entre encasillar y el comportamiento, aun cuando no tengamos la información completa o certera para formar este parecer. De ese modo surgen los juicios prematuros o prejuicios.





Los prejuicios aparecen como parte de nuestra formación o experiencias de vida.

Un prejuicio entonces puede ser una crítica, idea u opinión que se ha desarrollado en la mente con diversos orígenes, desde historias que se cuentan de unos a otros, hasta haber pasado por alguna experiencia con una persona de cierto grupo. Cuando nos dejamos guiar por las opiniones sin basar estas #ideas en hechos o sin ajustarlas, los prejuicios pueden llegar a ser limitantes, pueden influenciar cómo nos comportamos con determinadas personas y qué expectativas tenemos de ellos. Todos llegamos a tener prejuicios, más no todos somos #conscientes de ello y no todos realizamos el paso de expresarlos verbal o conductualmente. Entonces ¿qué puede hacer la diferencia? adentrarnos a conocer de qué manera está presente el prejuicio en nuestra forma de llevar la vida. Identificar que los prejuicios pueden integrarse como una forma de #prevención o #defensa ante lo que desconocemos, puede ayudarnos a entender la forma en que la que los hemos añadido, podemos encontrar que ante determinados temas algunos prejuicios son más recurrentes o más hostiles, podemos reconocer que ciertos prejuicios pueden tener algo que ver con nosotros mismos y en como nos sentimos sobre aquello que prejuzgamos.


El prejuicio tiene un origen propio al ser humano, a su forma de procesar, #aprender del mundo y las personas que le rodean y eso nos acerca a entender que todos, en menor o mayor medida, prejuzgamos. Comprender que los prejuicios pueden ser una forma de interpretar la #realidad, como una mezcla entre lo real, información distorsionada o generalizaciones, es un primer paso para entender su existencia, más resulta indispensable integrar conscientemente su adherencia. En relación a este hábito, otros comportamientos o reacciones emocionales, se trata de una práctica constante, un cuestionamiento con menos juicios moralistas y más observaciones #internas, incluso para eso que nos desagrada de nosotros mismos.




Acerca del autor

Especialista en terapia de adultos, adolescentes y niños.


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