Cuando una pareja decide traer un hijo al mundo, en los #padres comienzan a aparecer #deseos y expectativas acerca de lo que esperan de éste, a veces pueden ser compartidos, pero incluso también cada uno crearlos individualmente. Estos aspectos pueden incluir desde el sexo que preferirían que fuera, el nombre que eligen para él o ella, pero también las cualidades o características de su personalidad que quisieran que tuviera, así como la profesión a la que les gustaría que se dedicaran, sin embargo, aunque esto es inevitable que suceda, es muy importante que como padres podamos detectar hasta qué punto es sano influir en nuestros #hijos para ello pues respetar sus #deseos, sus aspiraciones, su personalidad y finalmente, sus decisiones es primordial.
De esta forma, es que cada #hijo tiene una particular forma de ser visto e incluso tratado por parte de sus padres ya que esto varía a raíz de las emociones que puedan estar presentes desde antes de su concepción, por ejemplo, a veces se le trata de cierta forma a causa de que es el primogénito, en otras ocasiones por ser el que nace luego de una circunstancia en particular de la vida familiar o incluso de la madre, también por ser el o la que nació al final o al ser el único varón o la única mujer de entre los hermanos.
Pero, ¿qué pasa si como #padres empezamos a generar #deseos o expectativas solo orientadas hacia nuestro bienestar?, como pudieran ser:
- “Mi hijo más pequeño me cuidará cuando yo sea vieja”
- “Mi hija mayor se encargará de sus hermanos cuando yo muera”
- “Éste hijo será mi compañía luego del abandono de su papá o mamá”
- “Tú debes encargarte del negocio de la familia”
- “Éste hijo nos dará unión familiar”
Tales frases provienen de #deseos o expectativas parentales que a veces pueden decirse en tono de broma, pero finalmente terminar actuando de ésta forma y generar también en los hijos ideas de lo que sus padres están esperando de su comportamiento y con ello estar limitando que puedan generar un desarrollo con autonomía.
Entonces, es que podemos detectar que #hijos pueden llegar a percibir esto como una obligación que deben cumplir y de lo contrario, la posibilidad de lidiar con una carga de culpa que tampoco le generaría bienestar en su estado emocional. Y, por tanto, puede ser común que en hijos que deciden cumplir con lo deseado por los padres ciegamente lleguen a verse ciertas manifestaciones a nivel psicológico, por ejemplo:
- Dificultades para establecer vínculos de pareja o de hacerlo, las complicaciones para establecer límites con los padres terminen afectando estas relaciones.
- Importantes sentimientos ambivalentes hacia el papel o rol familiar que se ocupa.
- Sentir frustración por no haber cumplido expectativas propias.
- Tener una baja autonomía para tomar decisiones en su vida personal.
Incluso, estas emociones pueden estar presentes cuando se decide estar con los padres, durante su estancia y también después, y en muchas ocasiones al finalizar este proceso debido a que hubo el fallecimiento del progenitor pueden acentuarse estos sentimientos y comenzar a serle más difícil llevar una vida independiente.
Finalmente, si pudiste identificar circunstancias de tu vida que se asemejan en cualquiera de los dos papeles, ya sea como #padre o como #hijo, es importante que consideres ésta información, pero también elegir la decisión con la que más cómodo te sientas e incluso, poderlo tratar con un especialista que te ayude a trabajar todos estos aspectos también pudiera ser de beneficio.
Lic. Carolina Villarreal
Psicóloga clínica
Asociación Libre - Monterrey