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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 23 nov 2023
  • 4 Min. de lectura

En los últimos años se ha analizado de forma más frecuente el rechazo hacia la #maternidad dentro de nuestro entorno social y cultural, en ocasiones asociado a los temores que produce y ello ha influido también para que se emitan opinio nes diversas respecto a las posturas femeninas sobre tal decisión.


Dichas opiniones pueden ir en acuerdo y respaldar la idea de una #mujer de resistirse a ser madre o incluso de postergar esta etapa el mayor tiempo posible y esto, lo podemos observar, por ejemplo, en quienes comparten ideas con los movimientos de defensa hacia los derechos de las #mujeres, no obstante, así como pueden ser bien aceptadas por cierta población, estas ideas también han sido ampliamente cuestionadas y criticadas por perspectivas religiosas o culturales fundamentadas en que el propósito principal de la mujer es la #concepción para la preservación de la #familia o que la #maternidad es el rol que deben cumplir en la sociedad, misma sociedad que viene acarreando problemas de #equidad de género desde tiempo atrás y se encuentra en vías de ir despertando hacia una cultura menos machista.


Es inevitable dejar de mencionar que algunas de las implicaciones emocionales que se presentan en las mujeres como son los sentimientos de #culpa, la sensación de #fracaso, #frustración o #insatisfacción por no haber cumplido con las expectativas de la maternidad están asociados a aspectos culturales que han perpetuado ideas sobre el valor de una mujer por la capacidad de concebir, con las cuales se suele luchar constantemente e incluso de forma eventual, también llegan a generar presión y ello contribuye a que pueda tomarse una decisión precipitada al no tener la certeza de que sea una etapa que se quiera vivir en ese momento. También, el impacto psicológico puede surgir luego de haber tomado la decisión de transitar la maternidad pues desde el #embarazo existe una serie de procesos biológicos asociados a la presencia de una mayor cantidad de índices hormonales en el cuerpo femenino que influyen en la tendencia a ser más voluble emocionalmente, lo que aunado a los cambios físicos que se presentan durante la espera del #bebé y después del #parto pueden dar paso a que se manifieste una autoimagen negativa y con ello generar problemas de #autoestima que además, pudieran llegar a repercutir en la relación de pareja.


Por tanto, para la psicología los procesos de embarazo y de maternidad implican periodos importantes de cambios a nivel psíquico que van a requerir un tiempo de adaptación ya que pueden considerarse como un duelo sobre su cuerpo, su independencia e incluso sobre algunos aspectos de la vida social, laboral o de pareja que así llevaba en su vida hasta ese momento, para dar lugar a otro episodio en su desarrollo que tomará tiempo para su asimilación. Para ello, es de suma importancia que pueda haber acceso a una red de apoyo que ayude a transitar este proceso de forma acompañada y con posibilidad de tener orientación.


Estadísticas reportadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reflejan que el porcentaje de mujeres que se convierten en madres a una edad temprana (por debajo de los 20 años) en el estado de Nuevo León ha disminuido en los últimos años, pues se tienen datos de hace casi 20 años (1994) cuyo índice era del 15.3% a comparación de la última cifra que se tiene de 12.7 % correspondiente al año 2021.


Diferentes aspectos son los que pudieran estar influyendo para que se esté generando el fenómeno de la postergación de la #maternidad, la mayoría relacionados al empoderamiento femenino, por ejemplo:


La evolución de la cultura social respecto a que las mujeres tengan más acceso a la educación incide en que haya una mayor información sobre los cambios biológicos y psicológicos que ocurren en esta etapa y, por ende, se busque evitarlos.


La aparición cada vez más frecuente de la figura femenina en un entorno laboral conlleva a que a la par del hombre asuma un rol de proveedora y, por tanto, de autoridad e independencia respecto a las decisiones en una pareja; cuestiones que con anterioridad no se observaban debido a que prevalecía el sistema patriarcal que coartaba el hecho de que la mujer tuviera voz y voto sobre diferentes determinaciones, entre ellas el hecho de cuantos hijos tener o en qué momento.

Un aumento en las aspiraciones profesionales de las mujeres y a su vez, la falta de empatía y consciencia en los espacios de trabajo respecto a quienes transitan o transitaron por dicha etapa.

Deconstrucción de los ideales de vida femeninos cuyo objetivo principal ya no radica en el hecho de ser madre.


También, es importante mencionar que puede haber otros aspectos que influyan en esto, como puede ser el ritmo de vida acelerado que se tiene en la actualidad y que provoca la sensación de que faltaría tiempo para la responsabilidad que implica una crianza, igualmente, la presencia de problemas medioambientales y con los recursos naturales, al igual que los relacionados a la violencia e inseguridad y las dificultades económicas que son temas que pueden preocupar a cualquiera respecto a traer un ser humano al mundo.


Ahora bien, después de reflexionar la mayoría de estos supuestos se puede deducir que más que un #miedoalamaternidad, a la fecha es una decisión que se toma con mayor consciencia pues se están valorando tanto los aspectos internos (deseos, metas, aspiraciones, incluso hasta la estabilidad emocional que podamos tener y los recursos personales que nos ayuden a sobrellevar adversidades), como también los factores externos relacionados a nuestro entorno inmediato (economía, redes de apoyo, condiciones laborales y de la comunidad donde se radica) y de esta forma, se pueda transitar por dicha etapa de forma más armoniosa. Y no es que al considerar todos estos puntos se vaya a estar exento del reto que implica ser madre, sin embargo, hacerlo podría ayudar para anticiparse a buscar alternativas de solución ante futuras problemáticas que puedan surgir.


Por tanto, es importante que si la #maternidad es un tema que ha causado en ti inquietud, buscar #atenciónpsicológica puede ser una opción viable que te ayude a analizar lo descrito a fin de que puedas tomar la decisión con la que te sientas más cómoda.








Psicóloga Carolina Villarreal

Atención psicológica a adolescentes y adultos.

Asociación Libre - Psicólogos en Monterrey


Iniciemos con un concepto de #maternidad y #paternidad responsable, el cual es el siguiente: “El vínculo permanente de sangre o relación, entre el padre y la madre con sus #hijos e #hijas, con reconocimiento social, que entraña sentimientos, derechos y obligaciones, ejercidos con responsabilidad para el desarrollo integral de la familia” (MSPAS, 2008, p. 4).


Cada persona tiene su definición de #maternidad y #paternidad, los cuales son concebidos por su historia personal, cultura y/o experiencia.


Sigamos con #cansanciomental, el cual vamos dejando que empiece con pequeñas cosas que toleramos, como por ejemplo el sentir que ya no puedes más y aún así continuar haciendo cosas. Llega un punto en el que es tanto #cansancio, que explotas y ni te reconoces.

Aparte está el #cansanciofísico, que la mayoría de las veces sabemos que nos duele el cuerpo y aún así realizamos actividades que nos incomodan.



Ya expuesto lo anterior puedo proseguir con mi propio sentir. Una, dos, más de tres veces me he hecho las siguientes preguntas: ¿Me puedo sentir cansada de ser #madre? ¿Soy mala #mamá por sentirme de esta manera? ¿Soy la única a la que le sucede esto? ¿Esto quiere decir que no quiero lo suficiente a mi #hija?

Estas preguntas me las hago como #mamá, sin embargo siempre trato de tener presente mi parte de #psicóloga, la cual me dice que es totalmente normal y válido el sentirme agotada. Vienen mis pensamientos de “¿Cómo no voy a sentir todo esto si no he dormido bien, si no recuerdo lo último que hice por y para mí, si no puedo ni terminar de escribir este artículo sin que mi hija, la cual es pequeña, quiere que le dé toda mi atención?


No se requiere llegar al límite de tu paciencia o percibir fatiga para hacer algo por uno mismo. ¿Entonces qué puedes hacer al respecto para no sentirte constantemente #cansado o #cansada de ser #padre o #madre? A continuación se proponen 6 puntos a llevar a cabo a la práctica y que se puedan volver hábitos.


  • Siempre puedes pedir #ayuda a la familia, pareja, amigos, vecinos de confianza o contratar a alguien para que te pueda apoyar en el cuidado de tus #hijos.

  • Dormir mínimo 7 horas, como adulto, para que puedas tener energía en el día y no experimentes fatiga.

  • Delegar tareas. Ni los trastes ni la ropa se lavan solos, hay que hacer comidas, el hogar se ensucia y puedes sacar muchas otras tareas por hacer. En caso de que todas las responsabilidades sean tuyas, date un respiro para poder hacerlas todas, si no es así, dale y/o comparte los quehaceres con alguien más.

  • No dejarte de lado. Hacer tiempo para ti, para arreglarte, para bañarte a gusto, para peinarte; cosas cotidianas que se podría creer que no llegan a ser importantes.

  • Pensar en ti. Procura hacer, mínimo una vez al día, algo que te guste, así sea sólo quedarte acostad@. Planear salidas, hacer ejercicio, leer, ver series, salir a caminar, que te hagan un masaje o lo que se te ocurra que sea de tu agrado y beneficio.

  • Realizar tus metas. Tener presente qué quieres hacer a corto, mediano y largo plazo. Aunque sea ir poco a poco para llegar a lo que habías planeado.




Muchas veces se nos olvida que antes de ser #mamá o #papá hacíamos otras cosas que no involucran pañales, vómito, andar detrás de algún pequeño o pequeña, preocupaciones, entre otras varias situaciones. Tener presente que sigues siendo tú, una mujer u hombre aparte de #padre o #madre, es de vital importancia.


Nos podemos sentir de muchas maneras en cuanto al #cuidado de los #hijos e #hijas y es completamente aceptable, somos seres humanos y es parte de este proceso tan complejo y con tantas ocupaciones.


Concientizarnos de que así como creemos que los demás necesitan de nosotros, y por eso muchas veces sentirnos con súper poderes y hacer de todo, saber que como #madres o #padres, también tenemos que pensar en nosotros mismos.

Siempre me ha gustado el ejemplo de las “máscaras de oxígeno en un avión”. El cual consiste en que en un avión siempre se menciona que en caso de una emergencia te tienes que poner la máscara primero a ti antes de ayudar a alguien más, dado que si lo haces al revés, podrías quedarte sin oxígeno, no ayudar a nadie y acabar en una tragedia.

Y es justo así, si estás cansado o cansada física y/o psicológicamente, no puedes continuar haciendo las cosas, al menos no con la misma energía, ganas y motivación.


Cuando nos damos un espacio para analizar cómo nos estamos sintiendo, podemos hacer algo al respecto, sino se va acumulando y podemos llegar a sentirnos molestos o enojados y eso sacarlo, quizá no intencionalmente, con nuestros #primogénitos. Por eso es fundamental el #automonitoreo y asistir a #psicoterapia para poder llegar a tener #saludmental.


Referencia:


Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (2008). Paternidad y maternidad responsable: Plan estratégico. Guatemala: autor. Paternidad y maternidad responsable.



Sobre la autora:



Psic. Itzel Trejo


Atención Psicológica a niños, adolescentes, adultos y parejas


Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara



Actualizado: 6 jul 2021


Mujer y lo femenino

Simón de Beuvoir, en el libro El segundo sexo utiliza la frase: “no se nace #mujer, se llega a serlo (2012)”. En este libro elabora una conceptualización de la #feminidad por medio de un análisis histórico, político, económico y social respecto a los significantes que giran alrededor de la figura femenina desde épocas prehistóricas. El concepto “devenir mujer” para #Beauvoir es el camino que la sociedad plantea y por el cual una mujer atraviesa para poder afirmarse en su feminidad. De aquí la especificidad de que no se nace, se llega a ser, el devenir es producto de una construcción social ya determinada en base a significantes establecidos Beauvoir (2012). A lo largo de la historia la significación de ser mujer o varón se agota en lo anatómico, sin embargo comprender la diferenciación sexual desde esta perspectiva deja el problema en las mismas condiciones.

Ésta interrogante aparece producto de la escucha de las pacientes y la insistencia en su discurso sobre las referencias a los avatares que la sociedad impone a los estatutos de ser mujer, principalmente en forma de quejas y reproches dirigidas ésta.

También en la recurrencia de casos de pacientes en que la #maternidad es vivida de forma conflictiva y provoca malestar, por conflictos asociados al embarazo, al nacimiento y al crecimiento de los hijos y por último, en diversas formas de padecer que presentan las pacientes y que implican cuestionamientos respecto a su identidad sus lazos afectivos y de lo #femenino. En estos casos el reproche no se encuentra dirigido a la referencia de la madre, no es a la #madre propiamente, ni a la maternidad, se trata más bien de un padecer que remite a la concepción freudiana de la feminidad que no agota los posibles caminos hacia el devenir mujer.


Lo femenino y la modernidad

Serán estas referencias a ser madre, este malestar asociado a la maternidad y estas formas de padecer los vínculos que las conducen a interrogar desde la experiencia clínica la articulación de los caminos que conlleva lo femenino en la teoría psicoanalítica.

El enigma de la feminidad, aun nos alcanza en la contemporaneidad y pareciera que brinda precisamente en esta época la posibilidad de cuestionar lo femenino tanto en un plano social como psíquico.

#Freud presenta la feminidad como un devenir y no como un ser (1931), esto quiere decir que al menos en el plano psíquico la niña deviene mujer por lo cual para comprender la feminidad y lo que engloba antes tendríamos que comprender los caminos que una niña tiene que transitar para llegar a ser mujer. Para definir este camino, el psicoanálisis tiene un recorrido ya estableido que vale la pena revisar.


#Lacan expone en el seminario Aun (1972-1973) que la mujer no existe, si esta no existe…entonces ¿tendría que inventarse?. La propuesta de las nuevas aportaciones del psicoanálisis contemporáneo al tema de la feminidad apuntan a cuestionar tanto a nivel social y psíquico lo femenino, es decir, el rol de la mujer y como este se ha trasformado por las exigencias económicas y políticas, así como la vivencia psíquica del significante de ser mujer.

El psicoanálisis clásico en su estudio de la feminidad determinó que el camino para devenir mujer se compone de tres variantes, podría decirse de tres caminos para acceder la feminidad, sin embargo las tres vías que propuso Freud rayan en los síntomas neuróticos y específicamente en la mayoría de las recurrencias de la histeria.


Devenir mujer en psicoanálisis

Por otro lado, Lacan refiere que la mujer no es la histeria (1972-1973), es decir la feminidad no está representada por la neurosis, avanza un poco más que Freud, proponiendo que la mujer tiene otro tipo de goce que se aleja del significante fálico debido a no tener un signo que la inscriba, por lo cual no existe. No habla de “La mujer” sino de “Una mujer” equiparando el devenir femenino con la práctica del psicoanálisis “caso por caso” y dándole peso a la particularidad de cada sujeto sea femenino o masculino, por lo anterior antes mencionado me pregunto. ¿De qué manera influye el dispositivo psicoanalítico en el proceso de acompañamiento para devenir en Una mujer?

Cuando una mujer llega al consultorio y se cuestiona por su feminidad y el camino que ha recorrido para alcanzar su “ser mujer” es porque aún no ha encontrado el significante que la defina en el plano psíquico, ¿Qué puede hacer la clínica psicoanalítica ante esta condición?

El devenir mujer, es el recorrido que habrá que hacerse para encontrar un significante que se inscriba como signo de la feminidad ¿qué inferencia podría tener el dispositivo psicoanalítico o la vivencia de la experiencia del psicoanálisis en el descubrimiento de este signo que inscriba la feminidad?

Lacan dice que la mujer no existe. Si la mujer no existe entonces ¿podría inventarse? Y si así fuera ¿una experiencia analítica podría dar lugar a esa invención?



Bibliografía.

· Jacques Lacan. (1958-1959). El deseo y su interpretación. Seminario 6. Argentina: Paidós.

· Jacques Lacan. (1972-1973). Aun. Seminario 20. Argentina: Paidós.

· Beauvoir, Simone. (2012) “El segundo sexo”. Argentina. Edit. De bolsillo.

· Freud Sigmund (1931) “Sobre la sexualidad femenina” Vol XXI Editorial: Amorrortu Barcelona.

· Freud Sigmund (1924) “El sepultamiento del complejo de Edipo” Vol XIX Editorial: Amorrortu Barcelona.

· Freud Sigmund (1924) “algunas consecuencias psíquicas de la diferencia anatómica entre los sexos” Vol XIX Editorial: Amorrortu Barcelona.

· Freud Sigmund (1932-1936) “Conferencia sobre la feminidad” Vol XXII Editorial: Amorrortu Barcelona.

· Karen Horney. (1990) “Psicología femenina” Edit. Alianza. Madrid.


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