Cuando alguien muere, cuando acabas de terminar una relación de pareja, cuando tienes discusiones con tu familia, pareja o compañeros, cuando fuiste despedido o tu trabajo no era lo que esperabas, cuando llegas a una nueva ciudad y aún no tienes personas cercanas con las cuales salir o convivir, cuando las cosas que hacías dejan de tener el sentido que inicialmente tenían, todas estas situaciones y muchas otras pueden hacerte sentir triste, desilusionado o desmotivado, sin embargo, ¿es malo sentirse triste?
En los últimos años, pareciera que en conjunto de esta epidemia de frustración, depresión e irritabilidad que nos embarga como sociedad a nivel global existe una penalización, una connotación negativa ante la tristeza (especialmente), llegando incluso a hablarse que aquel que no se divierte, que no es extrovertido, que no se siente feliz debe de tener algo malo con él o ella.
Pero la realidad de la vida es muy diferente, actualmente existe una desmedida preocupación por la búsqueda de ser feliz (!todo el tiempo!) y de evitarle el dolor o incluso negar que algo pueda generar dolor y sufrimiento al otro o a nosotros mismo. Pero la vida trae dolor, trae pérdidas y tristeza, se espera que ciertas situaciones de nuestra vida nos generen tristeza, que tengamos un periodo para recuperarnos de estas pérdidas y que eventualmente ese dolor que sentimos disminuya lo suficiente para volver a movernos, cambiar, aprender, entender y continuar.
Actualmente existe una confusión con respecto al manejo y entendimiento de la tristeza pues está siendo "patologizada" es decir, visualizada como algo anormal, es por eso que te planteo 3 puntos para poder entender como entender tu tristeza, actividades para y saber, cuando necesitas ayuda:
1. Estar triste no es una enfermedad ni es un trastorno. La tristeza tiene una función en la vida anímica, es la emoción que sentimos ante el dolor o la pérdida, sirve para tener momentos a solas y recuperarnos, pensar y reflexionar. No es malo estar triste, sin embargo implica sentir dolor, afrontarlo, tratar de entender lo que pasó y aunque habrá situaciones (como el abuso, la violencia o la muerte) de las cuales quedarán huellas, la idea es que sean eso, huellas que permanezcan con nosotros sin tanto dolor, pero para llegar a ese punto, hay que afrontarlo primero.
2. Analiza porqué te sientes así y desde cuando. La diferencia entre depresión y tristeza se establece primordialmente con 2 cosas,
a. Intensidad de la sensación, no es lo mismo sentirse triste a tener pensamientos recurrentes de querer morir o que la vida no tiene sentido, así como no es lo mismo no poder disfrutar de nada de lo que antes me hacía feliz a sentir a sentirme desmotivado con lo he venido haciendo hasta ahora, evalúa la intensidad de lo que sientes y piensas.
b. La duración, sin embargo considero que esto es necesario tratarlo caso por caso porque implicaría definir un tiempo en que nos tardaríamos para recuperarnos de la muerte, una ruptura o divorcio, o de la pérdida de nuestro sentido de vida, sinceramente considero que esto, lo referente al tiempo es algo muy engañoso y hay que tratarlo con cuidado y de forma íntima y persona. No importa si la situación está durando horas, días, meses o años, si sientes que estás en riesgo, que sientes que no puedes recuperarte, no te detengas y busca ayuda de inmediato.
3. Actividades para regresar a ti mismo y continuar. Retoma lo que anteriormente te hacía sentir motivado y en bienestar, pero sobre todo, intenta cosas nuevas, date tiempo para pensar y sentir, no retengas tus sentimientos (llora, habla acerca de lo que te molesta), no te apresures y no trates de evadir la tristeza (irte de fiesta todo los días o inmediatamente buscar a otra persona o asumir que estás durmiendo 12 hrs. seguidas porque tienes sueños es evadir). Al principio será difícil y sentir que te esfuerzas, pero aprender y buscar cosas que te motiven y te gusten ayudarán a retomarte a ti mismo.
4. No tengas miedo de pedir ayuda. Sea lo que sea que sientas, tristeza, irritabilidad y frustración, si sientes que necesitas hablar con alguien, busca apoyo con tus amigos, compañeros o familia, si no te sientes cómodo compartiendo lo que piensas o lo que estás sintiendo con alguien que conozcas busca ayuda profesional, pedir ayuda es reconocer que lo que sentimos es intenso y complicado de manejar, la idea de asistir a atención psicológico o psicoterapia es conocerte mejor, entender las fuentes de lo que pasa para poder hacer algo al respecto.