Hablamos de tomar #decisiones desde no saber qué sabor de helado elegir o qué ropa te pondrás para salir hasta qué licenciatura estudiar o saber si quieres tener hijos.
Tomar #decisiones implica perder algo, cuando optas por una #decisión estás dejando la otra opción y eso no nos gusta. También es fundamental el saber que culturalmente tendemos a procrastinar y debemos ser conscientes de eso para poder hacer un cambio.
Pero entonces ¿qué es lo que hace que no me pueda #decidir? ¿por qué en algo que parece tan sencillo tengo que pensarlo demasiado o incluso preguntarles a otros? Se puede deber a varios factores, los cuales podrían ser los siguientes:
Los padres siempre decidieron por uno, por ejemplo: qué ropa usar, con quién juntarte, qué estudiar, prácticamente qué es lo que creen que es mejor para ti. No te dan la oportunidad de conocer si realmente todo eso es lo que te gusta.
No querer tomar riesgos y quedarse con lo conocido.
Sobre analizar. Pensar y pensar en lo que podría pasar con todas las opciones que tienes.
No creer en uno mismo. Tener la idea de que no eres capaz de poder lograr algo o de que la #decisión que tomes será mala.
Buscar la aprobación de los demás.
No conocerse. Esto te lleva a tener una lucha interna con lo que conoces y lo que en realidad deseas.
No se tiene claro lo que se quiere lograr.
Puedes comenzar por dividir en dos las #decisiones:
Relevantes: Son las #decisiones que por lo general sí tienen repercusiones en la vida cotidiana. Por ejemplo: decidir casarte, aceptar un empleo, comprar una casa, etc.
Irrelevantes: Estas #decisiones no tienen consecuencias trascendentales, también llegan a ser más fáciles de revertir. Por ejemplo: #decidir entre comerte unos tacos de cabeza o unos de pastor, qué película ver, comprar o no un pantalón, etc.
Una vez que colocas tu toma de #decisión en relevante o irrelevante es más factible que tus pensamientos se enfoquen en la importancia que tienen las #decisiones, cuando se está en irrelevante los pensamientos tienden a ser más concretos para elegir, cuando están en relevantes uno se plantea un análisis más extenso, donde vienen ventajas y desventajas.
Cabe mencionar que todo el tiempo estamos en constante toma de #decisiones, comienza desde que #decidimos levantarnos a realizar todas las actividades del día. Y que desde que lo #decidimos va teniendo consecuencias en cascada.
Es importante el recordar que todo en la vida tiene solución y el tener presente la siguiente pregunta: ¿qué es lo peor que puede pasar?. Siempre que sientas que te equivocaste al tomar una #decisión tienes la opción de remediarlo. Cuando se comete un error puedes analizar qué fue lo que sucedió, qué te llevó a tomar esa #decisión y así evitar el probable miedo que te ocasionaría el asumir de nuevo una toma de #decisiones.
¿Qué puedo hacer cuando me encuentro en la disyuntiva? Aquí te dejo algunas recomendaciones:
Hacer una lista de pros y contras. Pudiéndolo observar es más fácil que tomes una #decisión.
No dejar que otros decidan por ti.
Tomarlo con calma. Saber que no será el fin del mundo ni de tu vida por lo que #decidas da una sensación de alivio.
Practicar todos los días la toma de #decisiones en cosas sencillas para poder darte la confianza cuando se necesite para algo más complejo.
Aprender a equivocarnos y sentirte bien con eso. Nadie es perfecto y está bien el fallar, ya que eso nos causa aprendizaje y crecimiento.
No lo pienses tanto, déjate llevar por lo que sientes que es mejor para ti.
Si después de haber leído todo esto tu pensamiento es: ya identifiqué por qué me cuesta tomar #decisiones, pero aún así se me sigue complicando, ¿qué puedo hacer?, es en ese momento cuando es buena idea asistir con un o una psicóloga/psicólogo para abordar el tema en específico de cada persona.
Psicologa Itzel Trejo
Atención Psicológica a Niños, Adolescentes, Adultos y Parejas
Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara