Las relaciones tóxicas pueden darse no solamente con el grupo de amig@s o en la pareja, los trabajos son también lugares que pueden tener red flag, esto es porque hay #trabajos tóxicos en que promueven las relaciones desigualitarias y de intimidación o invalidación de derechos, opiniones o decisiones que se puedan tener, muchas veces haciéndolo pasar de forma sútil como pruebas en el aspecto de compromiso y fidelidad al lugar. Para poder generar dicho efecto en los trabajadores se valen en mayor parte del chantaje emocional y con ello, las personas que laboran se sientan en deuda al lugar.
Al hablar de relaciones desigualitarias no se refiere a que no deban existir jerarquías o divisiones de puestos y labores, es más bien, el abuso que esto llega a ocasionar en las personas que tienen un cargo de importancia o inclusive los mismos fundadores o directores de un trabajo sobre las personas que tienen menor tiempo o que los puestos son de rangos menores, esto es lo que llega a convertir en muchas ocasiones en un #trabajo tóxico.
A continuación se explicará sobre cómo puede estar disfrazado el chantaje emocional y cómo identificar red flag de un #trabajo tóxico.
El chantaje emocional es una de las más grandes red flag de un #trabajo tóxico, entendida como una forma inadecuada, irrespetuosa de comunicación, donde se suele expresar una petición de cambio, solicitar ayuda o simplemente expresar disconformidad y queja, con un objetivo claro de conseguir lo que uno o una quiere, sin tener en cuenta los deseos de la otra persona. Lo principal de esta red flag es que se busca es que el trabajador desarrolle sentimientos de culpa, y aumentando su inseguridad sobre su desempeño en el ambiente laboral y dejando de lado muchas veces lo que consideraría hacer, incluso tiempo personal o actividades de interés para cumplir o satisfacer las exigencia del #trabajo tóxico, no solamente en horas extras o sin día de descanso, sean remuneradas o no, esto bajo el disfraz de “tener bien puesta la camiseta” y en ocasiones buscando compensar dándole comida o un pequeño detalle de gratitud para minimizar el abuso que se hace. Una señal de que es un #trabajo tóxico es que se utilizan expresiones como “tú si estás con nosotros” para validar a quienes no cuestionan o terminan cediendo, mientras que aquellos que lo ven como algo no conveniente o no están dispuestos por razones personales, llegan a ser señalados como “no comprometidos”, a veces incluso castigando las fechas de pago o bonos como forma de chantaje para presionar que en otros momentos acepten las condiciones.
Recibir elogios constantes (que no tienen relación con tu desempeño en actividades) de ser un buen trabajador o sentir presión o exigencia en que todo sea acomodado para el beneficio de la empresa o lugar sin considerar a la persona, es una gran red flag. Los #trabajos tóxicos en ocasiones muestran una apariencia de apertura y escucha a las necesidades del trabajador, sin embargo, estas suelen no ser consideradas y realmente no resolverse, se le dice al trabajador cosas que pueden apaciguar con promesas de hacer algo, pero realmente no cambiar nada,y esto se vuelve algo cíclico de engaño, pues el trabajador piensa que es escuchado cuando realmente está siendo ignorado.
Otra red flag que puede identificarse en un #trabajo tóxico, es cuando el lugar no acepta los errores que se cometen por parte de jefes directos o directores, sin embargo cuando el error es cometido por alguien de un puesto menor, es sumamente señalado, expuesto ante otras personas y la reprensión no pasa desapercibida. Se suele castigar de forma moral y emocional e incluso en algunos momentos con sanciones económicas que exceden el error cometido. Lo que lo convierte en red flag es que este tipo de acuerdos no se hablan de forma clara en un inicio, donde el trabajador asuma que es una condición de trabajo que acepta y puede negociarse, sino que es completamente agresiva a sancionar a quien está desfavorecido. Puede incluso a veces haber mentiras por parte del responsable para buscar evadir su falla y con ello desviar la situación a otra persona o que no tenga el mismo impacto.
En un #trabajo tóxico suele no hablarse de forma clara las peticiones o incluso los conflictos que puedan suceder, el #chantaje se vuelve el común de lo que se habla. Disfrazando las peticiones en proyectarlas como algo bueno para que de forma indirecta el trabajador lo realice por su cuenta. Cuando se trata de un problema, lo dicen de forma indirecta o con hostigamientos para presionar a que la persona renuncie y el lugar no responsabilizarse por la salida, con ello la persona pierda sus derechos laborales.
Si los puestos y funciones no se encuentran definidos, ojo, es una red flag, siempre y cuando la comunicación no sea clara y no se exprese en un inicio o en diálogo con el trabajador. Si la solicitud solo es de ser “todólogo”, y conlleva mayor carga laboral pero sin una aclaración de que pueda ser de forma laboral, se negocien responsabilidades y se vea reflejada en una apreciación con goce económica, puede ser un #trabajo tóxico cuando la empresa solo busca ganar pero no ofrece las oportunidades de crecimiento personal.
Estos son algunos ejemplos de red flag que pueden convertir un lugar en un #trabajo tóxico, sin considerar que existe también una suma importancia en el ambiente de trabajo que se lleve dentro del lugar. Debe considerarse que en ocasiones, permitir este tipo de abusos están relacionados con aspectos de nuestra vida que se conectan, donde podrían pensarse otras formas o personas con las que se permite que pase y se replican los sentimientos de responsabilidad, culpa, autoexigencia, insuficiencia. El autoestima y la autoconfianza son elementos clave que permiten a las personas poner límites en las relaciones interpersonales y que ayudan a que no aceptemos estar con personas que nos lastiman, por ello la importancia de acudir a terapia y trabajar en la estima propia.
Psic. Carolina López
Psicóloga de niños, adolescentes, adultos y parejas
Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara