Las cargas emocionales son recuerdos, ideas, sentimientos que permanecen a pesar de nuestro deseo de dejarlas atrás y no nos permiten sentirnos tranquilos y estables.
Una carga emocional puede generarse tanto por sucesos pasados, como por situaciones en el presente que nos generan angustia, miedo, ansiedad.
La intensidad con la que se vive una carga emocional no tiene que ver con la magnitud de lo que sucedió sino en cómo éste suceso es vivido por la persona.
Algunas se presentan en el cuerpo como enfermedades como colitis, gastritis, afecciones dermatológicas, intestinales, cardiacas o respiratorias.
Otras suelen presentarse como una sensación de no ser suficiente, de no ser feliz o estar todo el tiempo cansado, de sentirse todo el tiempo bajo tensión o ser aplastado por las situaciones incluso si son sucesos cotidianos a los que nos enfrentamos en nuestro día a día.
Podemos darnos cuenta de la intensidad y magnitud de nuestras cargas cuando intentamos vivir nuestra vida y sentimos que es sumamente pesada, no me quiero levantar, no deseo hacer ninguna actividad o siento que todo me cuesta mucho trabajo, tengo miedo de hacer cosas que deseo hacer, en general tener la idea o sensación de que algo me está deteniendo y me estanca en una sensación de inmovilidad o sobrecarga.
Para poder descargar aquello que me impide continuar y vivir mi vida plenamente tenemos que reconocer y analizar cuál es la fuente de ésta carga.
Dificultades con nuestros padres, hijos o pareja, sucesos del pasado que me hicieron daño y me provocaron mucho sufrimiento, conflictos laborales, separaciones familiares o divorcios, accidentes, enfermedades todas éstas situaciones pueden ser sucesos que podemos estar cargando en nuestro interior y que continuamente se presentan en nuestros pensamientos impidiéndonos hacer lo que deseo hoy o en el futuro.
Pero, ¿qué podemos hacer si me estoy dando cuenta que si tengo una carga emocional?
El primer paso es aceptar que algo está sucediendo en mí y que deseo hacer algo al respecto, tomar consciencia de que algo me lastima y me detiene y que necesito ayuda implica un gran valor y fortaleza, y solo aquellos que puedan dar el primer paso pueden seguir el camino hasta la tranquilidad.