La mayoría de nosotros hemos leído información compartida en redes sociales acerca de los tipos de #apego que generamos en nuestras relaciones interpersonales, principalmente en nuestros vínculos cercanos, como son las relaciones de #pareja y/o con #amigos, sin embargo, el apego hacia personas significativas nos acompaña toda la vida, ya sean #padres o #maestros, y entonces, nos preguntamos si lo que se dice de ello es verdad. De inicio, es importante aclarar que la mayoría de ésta información está fundamentada en una teoría de un autor llamado John Bowlby, quien fue un psiquiatra y psicoanalista de niños, que desarrolló su trabajo en lo que denominó como teoría del apego.
Pero, ¿qué es el #apego?, podemos definir un comportamiento de apego a todas aquellas conductas que permiten a un sujeto conseguir o mantener cercanía con una persona, y ¿de qué trata esta teoría?, bueno pues describe el efecto que producen las experiencias tempranas y de la relación con la primera figura vincular en el desarrollo del #niño, quien por lo general es la madre, pero no necesariamente siempre es así, sino que es quien esté fungiendo como su cuidador y enfatiza que este conjunto de experiencias, tienen un rol fundamental en la capacidad posterior del niño para establecer vínculos afectivos.
Aunque se espera que las funciones principales de estas figuras cuidadoras sean de proporcionar al niño una base segura que les fomente a explorar, así como protegerlos y contenerlos cuando lo requieran, esto no siempre sucede así y en ocasiones, la calidad del #vínculo puede verse afectada por múltiples factores, sin embargo, el resultado de ésta calidad en su interacción conlleva a que el niño integre ciertos esquemas mentales y emocionales que conllevan expectativas acerca de los demás y que le hacen posible anticipar, interpretar y responder a las conductas de terceros.
A partir de las investigaciones que realiza este autor y otros, en relación a la forma en que los cuidadores llegan a responder ante las demandas de #estrés y/o #frustración y necesidades de cuidado, se llega a un acuerdo para establecer 4 tipos principales de apego y las características observadas a partir de su #adolescencia y #adultez:
Apego seguro: exhiben seguridad en el #apego de sus #vínculos, es decir, comodidad con la cercanía y con la interdependencia y confianza en la búsqueda de apoyo para afrontar el estrés, incluso, tienden a ser personas que cuando están enojadas aceptan su ira, expresan su enojo controladamente y tratan de buscar soluciones a la situación; reportan menor predisposición a la ansiedad y la depresión; aunado a que reportan mayor sensación de energía y placer.
Apego ansioso: el miedo es la emoción más fuerte debido a que existe inseguridad en el apego, exhiben fuerte necesidad de cercanía, preocupaciones en cuanto a las relaciones y miedo a ser rechazado, demuestran constantemente preocupación y miedo a la separación, por ende, la ansiedad es constante que aparezca y también son propensos a la ira y el enojo que demuestran con alta hostilidad.
Apego evitativo: no hay seguridad en el apego y existe una preferencia por tener distancia emocional de los otros; además, tienden a reportar experimentar episodios intensos de enojo, pero esconden su ira negando sus emociones y mostrándose positivos, pues en lo general, minimizan sus afectos.
Apego desorganizado: exhiben ambivalencia e inseguridad en las relaciones, pudiendo tener patrones de comportamiento incoherentes y contradictorios, como puede ser buscando la cercanía emocional de primer momento, para después alejarse bruscamente porque así es como fueron sus vivencias, lo que conllevan a elevados niveles de frustración e infelicidad por la forma en que llevan sus vínculos.
Finalmente, a partir de esta información podemos ir detectando que la forma en que nos relacionamos con los otros tiene una estrecha relación con lo que experimentamos en etapas anteriores de nuestra vida, por tanto, de encontrar patrones similares que te estén implicando sufrimiento puedes buscar apoyo en psicoterapia pues te ayudará a entender mejor el porqué de ellos e incluso poder romperlos.
Psicóloga Carolina Villarreal
Psicóloga de niños, adolescentes, adultos.
Asociación Libre - Psicólogos en Monterrey