El #BuenFin #BlackFriday trae consigo la idea de muchas ofertas, ya tenemos nuestras listas con todo lo que queremos #comprar, claro que hay que tener listos los regalos de navidad, pero ¿qué pasa cuando sólo estoy comprando para sentirme mejor conmigo? Si esto te ha sucedido, continúa leyendo.
Cuando obtenemos cosas #materiales, nos sentimos compensados, nos da felicidad el tener algo nuevo, sin embargo, cuando creamos el hábito de comprar, podemos caer en la confusión de pensar que esto está siendo el motivo de nuestra #felicidad, cuando realmente se está convirtiendo en un reemplazo de ella.
Déjame contarte datos científicos, los investigadores de la Universidad de Stanford, publicaron que la urgencia por gastar suele estar asociada con niveles altos de depresión y ansiedad.
En otros datos, la revista “Pediatrics” publicó un estudio de investigación que se realizó a niños entre 8-10 años de edad, la cual arrojó que “los niños menos satisfechos con sus vidas se vuelven más #materialistas a medida que crecen”.
Para los autores, el materialismo se describe como “preocupación por las posesiones acompañada de la creencia de que los objetos proporcionan #felicidad y éxito”. Los científicos afirman que los niños infelices son más susceptibles a los mensajes de los anuncios televisivos, que por regla general, incitan a asociar el #consumismo a la felicidad.
Entonces, desde la infancia se comienza a relacionar lo material con el #afecto, dado que los padres suelen regalar juguetes como forma de demostrar su amor. Por esto, desde temprana edad sería lo ideal enseñarles a los niños que el amor que se les tiene no es proporcional a los regalos que se les dan. Es importante que haya una comprensión de que el #afecto es incondicional, que sólo por ser ellos se les ama y nada puede cambiar eso.
Lamentablemente vivimos en una sociedad en la que muchas veces se juzga el valor de una persona en proporción a los bienes materiales que tiene, es por esto que en muchas ocasiones la gente intenta llenar esos #vacíos #emocionales con cosas #materiales, cuando realmente lo que necesitan es el afecto emocional.
¿Cómo saber si estás realizando compras para llenar #vacíos? Checa los siguientes puntos para darte una idea:
Existe la culpa después de haber comprado algo que ni siquiera necesitabas.
Haces compras cuando estás teniendo emociones desagradables, como la tristeza o el enojo.
Te endeudas, no hay dinero con qué pagar, pero hasta pones la tarjeta de crédito.
La mayor parte de tu tiempo libre la pasas buscando qué comprar.
A continuación podrás encontrar sugerencias de qué puedes hacer para no caer en estas #compras para llenar vacíos:
Identificar y expresar: Conocer realmente lo que estás sintiendo te ayudará a que lo puedas expresar y no sentirás necesidad de comprar.
Pensar: ¿Realmente esa #compra es algo que requieres? Así descartamos mucho.
Metas: Créalas para que sientas motivos de vivir.
Esperar: No compres de inmediato, dale más tiempo para que el impulso baje y puedas tolerar la frustración.
Psicóloga/psicólogo: Acude con un especialista para que encuentres tus motivos personales del qué hace que realices estas #compras.
Red de apoyo: Pide a tus familiares y amigos que te ayuden a regular tus #compras cuando tú no te puedes dar cuenta.
Para finalizar, al #comprar, las personas se llegan a sentir vivas, importantes y satisfacen el vacío que llegan a causar la soledad, las rutinas, el malestar, tensiones o incomprensión. No dejes que la falta de sentido en tu vida y las emociones que no has identificado hagan que las #compras tengan el protagonismo que no merecen. Cuida de tu #saludmental y haz de ti una prioridad.
Psicóloga Itzel Trejo
Psicóloga de niños, adolescentes, adultos y parejas
Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara