top of page

Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 29 jun 2018
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 7 sept 2019



- ¿Cuál es el costo de la consulta con el psicólogo?

- !Es muy caro, me cobraban menos de la mitad en otro lado!

¿Cuál es el costo que debe de tener una consulta de psicología o psicoterapia? ¿un psicólogo que cobra barato es mejor (o peor) que uno que cobra caro?

Si bien la clínica psicológica o unidad de atención psicológica como las de las universidades, servicios de salubridad o de apoyo a la comunidad pueden llegar a tener costos bajos o ser gratuitos, se establece que dichos costos es porque la atención es realizada por estudiantes de psicología (los cuales, son supervisados en su práctica clínica por docentes especializados, con cédula profesional y experiencia para ejercer), o bien, son espacios subsidiados a nivel gubernamental en donde un psicólogo formado brinda sesiones 1 vez cada quince días o mensuales de seguimiento a la familia o la persona de forma que parte del trabajo pueda realizarse en casa a través de técnicas y no necesariamente a través de un proceso psicoterapéutico personalizado como tal.

El costo de las sesiones de atención psicológica o de psicoterapia deben de estar adecuadas a las posibilidades de cada paciente, es decir, de cada persona que solicita el servicio. Sin embargo, me parece que lo más complicado es que en muchas ocasiones los pacientes no están informados de realmente qué es una sesión de atención psicológica o bien, de los requisitos que el psicólogo o psicoterapeuta necesita para poder atender ya sea a un niños, adulto, adolescente, parejas o familias.

Es importante que toda persona al momento de solicitar atención psicológica en cualquier lugar, sea una clínica privada o publica, o por parte de un profesional independiente evite asistir con:

1. Personas sin ningún tipo de formación profesional (que no son psicólogos o psiquiatras egresados) que dan "sesiones" porque hicieron un curso o taller de horas o pocos meses.

2. Psicólogo que ejerce sin contar con cédula profesional.

3. Psicólogo o psiquiatra que no tienen algún tipo de formación referente a la psicología clínica o psicoterapia que los haya formado para la atención de pacientes de forma profesional y especializada.

4. Psicólogo u otros profesional (psiquiatra, trabajador social) cuyos diplomados o especialidades no cuentan con ningún tipo de validez por las instituciones educativas aprobadas a nivel nacional, o bien, por las asociaciones o escuelas que establecen las características formativas para trabajar a partir de los preceptos teóricos y prácticos desde alguna corriente psicológica (cognitivo conductual, sistémica, gestalt) o desde el psicoanálisis, (psicoanálisis relacional, mentalización, psicoanálisis lacaniano, etc.)

Tu como persona que solicita atención por parte de un profesional tiene derecho (y diría que la obligación) a preguntar, investigar y a solicitar que la persona con la que asistas sea una persona profesional (o se un estudiante, pero supervisado), después de todo, los afectos, las situaciones de conflicto, el sufrimiento humano es particular y requiere la mayor sensibilidad y formación posible para poder verdaderamente escuchar a quien solicita nuestros servicios.

Por lo tanto, si bien inicialmente estábamos hablando del costo, me parece que el costo lo fijará el profesional o la institución y dependerá de las circunstancias de los mismos. Un profesional (psicólogo clínico, psicoterapeuta, psicoanalista) ha invertido años en su formación, se encuentra o se encontró asistiendo a supervisión, atención psicológica o a psicoanálisis por parte de una persona con amplia experiencia y formación, y por supuesto, eso conlleva a establecer los montos (costo) de su trabajo a partir del esfuerzo o grado formativo que requirió su práctica clínica.

Actualizado: 7 sept 2019



Nada querida, Ansiedad:

Estoy harta de ti... Todos los días estás conmigo, desde que me levanto, hasta cuando duermo. No me dejas ni un maldito segundo. ¿Sabes cuántas cosas he perdido por tu culpa?

Maldita ansiedad. Antes de ti no valoraba la tranquilidad, la salud. No recuerdo cuándo empezaste ni cómo se siente estar sin ti. Cada minuto tengo dolor de cuello, me duelen las mejillas de tanto que aprieto los dientes, mi piel tiene marcas por rascarme cuando me desespero. Me avergüenza dar la mano al saludar porque mis uñas ya no se ven descentes. Cada quince minutos siento que me ahogo como si mi pecho fuera aplastado por dos placas de acero que se juntan entre sí. Siento un hueco enorme en el estomago, como si fuera infinito y un tornado de mil emociones revueltas diera vuelta y vuelta. Se me cae mi cabello, mi bonito cabello (que de bonito ya no queda nada), ahora se ve seco y maltratado. No quiero ni verme en el espejo. He subido 15 kilos en los últimos meses por las montañas de comida que he tragado sin disfrutar para disminuir los nudos de sentimientos que me llegan de repente.

Te odio, Ansiedad, no sólo me has quitado mi salud física, sino que ni siquiera puedo pensar bien. Todo el tiempo todo suena tan fuerte, tan peligroso. Algo que no le he dicho a nadie es que, en ocasiones, he pensado que escucho voces o que veo cosas, y me quedo callada, callada, hasta que me aseguro de que no es nada. Me he vuelto loca.

Todo me molesta, todo me irrita. Nadie lo entiende. “Tranquilízate” “Relájate” “Todo estará bien” “Eres muy nervioso, te estresas de todo” ¡EFECTIVAMENTE! ME ESTRESO DE TODO, PERO ¿SABES QUÉ? NO ES ALGO QUE ME GUSTE, NO DESPIERTO TODAS LAS MAÑANAS PLANEANDO SENTIRME ASÍ, CON MIEDO A TODO Y CON ESTA ANGUSTIA SIN SENTIDO. TÚ NO SABES LO QUE SE SIENTE, NO SE TRATA DE DESEAR QUE TODO ESTE BIEN, ¿CREES QUE NO LO HE INTENTADO? ¿CREES QUE ME ENCANTA VIVIR ASÍ? Eso pienso, eso me gustaría gritarle a las personas. Pero no lo hago, solo siento como empiezo a respitar mas rápido y me siento mas inútil y mas estúpida.

Te odio, Ansiedad. Ojalá no huvieras llegado nunca. Ahora no puedo salir, ni comer disfrutando, no puedo vivir. Necesito ayuda, haré lo que sea, con tal de dormir 3 horas seguidas sin despertar pensando que algo malo puede pasar. Quiero mi tranquilidad de regreso. No puedo más.

La ansiedad es una enfermedad mental que comienza con pequeños malestares hasta que se convierte en un problema de salud mental donde es necesaria la intervención de especialistas. No dejes que avance hasta volverse incapacitante.

Actualizado: 7 sept 2019


Hablar acerca de asistir al psicólogo o buscar ayuda psicológica sigue siendo a la fecha un tema tabú profundamente arraigado a nivel social, sin embargo es también cierto que actualmente hay una tendencia a "psicologizar" cada una de nuestras experiencias de vida y explorar de manera indiscriminada el sentido y objetivo de asistir con un psicólogo, por lo tanto ¿porqué vamos al psicólogo? ¿de qué se habla cuando estamos ahí? ¿todos tenemos (debemos) de ir al psicólogo? Si tienes dudas acerca de asistir con un psicólogo o psicoterapeuta te invito a que leas los siguiente 5 puntos a tomar en cuenta para tomar la decisión de buscar ayuda psicológica:


me siento solo

ayuda psicologica
  1. El tema o la situación te aísla y no puedes hablarlo con familia o amigos.

"¿Para qué quiero un psicólogo? Mi terapia es platicar con mis amigos", "Yo puedo hablar absolutamente todo con mi mamá o hermanos", pero que pasa cuando los problemas a los que nos estamos enfrentando involucran a nuestra familia, pareja o hijos tocando temas que pueden causarnos vergüenza, señalamiento o incluso generar un posible daño emocional a las personas que nos rodean, estos temas pueden estar vinculados a la sexualidad, situaciones de mi infancia (carencias, abusos), miedos, dificultades laborales o económicas, problemas de pareja o forma de crianza de los hijos. Cuando una persona asiste con un psicólogo o psicoterapeuta busca un espacio para hablar libremente acerca de lo que le pasa y de lo que siente para buscarse a si mismo, entender las raíces de lo que siente y de encontrar caminos diferentes para llegar a su mayor bienestar. Un psicólogo profesional cuenta con un entrenamiento para manejar toda la información de sus pacientes de forma confidencial y sensible, evitar dar consejos dirigidos por una moral externa y se centrarse en analizar todo lo abordado por la persona que lo consulta, es por eso que es importante que el psicólogo no atienda a miembros de su familia e incluso, algunas perspectivas indican que no debemos atender a miembros de una misma familia, amigos o conocidos de los pacientes que atendemos.

  1. Las personas que te aman o estiman te dicen que necesitas ayuda psicológica.

En ocasiones puede llegar a utilizarse el hecho de recomendarle a alguien asistir a un psicólogo o tomar ayuda psicológica como un insulto o la indicación estar "loco", etc. Sin embargo no siempre la intención del exterior es mal intencionada sino todo lo contrario, nos solicitan buscar ayuda por que están genuinamente preocupados por nosotros, nuestra actitud o manera de ser los lastima o los aleja, porque se dan cuenta - incluso antes que nosotros mismos - acerca de las dificultades y sufrimiento presentamos ante ciertas situaciones. Estados intensos de estrés o ansiedad, depresión grave, irritabilidad o agresividad verbal o física pueden ser situaciones en las que las familias, parejas o amigos cercanos intervienen y tratan fomentan que una persona asista al psicólogo. Es importante que evaluemos realmente lo que nos indica nuestro exterior cuando nos pide que asistamos a psicólogo, psicoterapeuta o busquemos ayuda psicológica de algún tipo.

  1. No puedes dejar de pensar o de sentir algo, incluso mucho tiempo después de que sucedió.

no puedo dejar de pensar

Abusos, infidelidad, abandonos, pérdidas, muertes, enfermedad, accidentes o desastres pueden llegar a ser situaciones traumatizantes que marcan la forma en que nos vemos a nosotros mismo y a nuestro alrededor. Los sucesos traumáticos o traumas son hechos que no se "asimilan" y pueden llegar manifestarse en recuerdos, imágenes o pensamientos intrusivos (es decir, que aparecen sin que los llamemos y que aunque intentemos expulsarlos u olvidarlos es muy difícil o imposible de hacerlo o es solo temporal). Es particularmente en estos hechos que los psicólogos clínicos y los psicoterapeutas podemos brindar apoyo o atención psicológica para tratar este tipo de situaciones, basados principalmente en fomentar que la persona exprese verbalmente aquello que le "ocupa" la mente, esto en un espacio protegido y realizando un acompañamiento profesional y cercano, de tal modo que el psicólogo funja como un guía y acompañante en la exploración de este hecho brindando un soporte y apoyo para sortear esta difícil situación de forma que la persona pueda integrarlo y continuar.

  1. No sabes con exactitud que te pasa, pero sientes que algo no está bien.

no se a donde ir

Muchos pacientes que asisten por primera vez con un psicólogo indicando que sienten o piensan que les está pasando algo y que va más allá de las preocupaciones del día a día pero no saben con exactitud los que los tiene tristes, ansiosos o con poca motivación. Regularmente esta sensación aparece como cuestionamiento o pensamientos acerca del futuro, falta de rumbo o de energía, sensación de estar atrapado en situaciones sin sentido o bien, en enfermedades "de origen psicológico" (dolores de cabeza, colitis, gastritis). Un psicólogo en estos casos funge como un compañero neutral para poder hablar de esta serie de situaciones aparentemente desconectadas fungiendo como un elemento activo que permite "rebotar" ideas y encontrar nuevas formas de entender las sensaciones y sentimientos.

  1. Nada te ha funcionado.

ya lo intente todo y no funciona

Hacer ejercicio, meditar, tener algún pasatiempo, pintar, colorear mandalas, salir a divertirte con amigos. Aunque en las últimas décadas ha existido una apertura mayor para aceptar la labor del psicólogo clínico o del psicoterapeuta aún hablar acerca de nuestras emociones, de nuestro conflictos, de nuestros miedos permanece como un tema prohibido. "La ropa sucia se lava en casa", "Más vale malo conocido que bueno por conocer" son algunos de los dichos mexicanos que pueden asociarse a una cultura de no hacer algo "nuevo" o diferente al camino que otras generaciones han usado para solucionar sus problemas. Y aunque es cierto que hacer actividades constructivas como el deporte o el arte ayuda a canalizar nuestra angustia, estrés o tristeza en ocasiones las situaciones a las que nos enfrentamos superan - por mucho - lo que este tipo de actividades nos permiten "descargar". La psicología clínica y la psicoterapia están basadas en un punto modal, hablarlo ayuda pues permite externar pensamientos, sentimientos y situaciones que permanecían sepultadas por lo diario y cotidiano permitiendo que situaciones complejas y difíciles encuentren un canal para ser analizadas y escuchas por la misma persona que los genera.

bottom of page