No te preocupes, a muchos les pasa. Desafortunadamente el acudir a consulta psicológica continua siendo un tema tabú. Hay diferentes mitos involucrados en esto además de las incertidumbres que tiene cada persona del proceso.
Muy probablemente tu vecino, amigo o primo de tu amigo te ha dicho lo siguiente:
- Ir al psicólogo es para locos. Y si... ya que todos tenemos algo de eso. La imaginación, los sueños, el arte y muchas veces nuestros pensamientos tienen algo de locura, pero no te asustes, es algo que todos tenemos y nos permite ser quienes somos.
- Cuando alguien va con el psicólogo es porque ya esta muy mal. La verdad es que hay muchos motivos por los que una persona acude al psicólogo y no todos son en momentos de emergencia. Hay quienes acuden por que han soñado algo particular, otros por que quisieran iniciar una relación amorosa saludable y primero quieren conocerse, otros porque están viviendo cambios importantes, otros porque quieren ser padres y demás etcétera. Definitivamente sí hay casos donde la persona por estos mitos se ha detenido en buscar ayuda y el conflicto crece hasta que llega un tope y es ahí cuando toma la decisión de acudir con un psicólogo. Por eso lo que recomendamos siempre es precisamente que uno no espere a que explote la bomba para empezar a hacer un cambio.
- ¿Para qué ir con el psicólogo si cualquier persona te puede escuchar? La verdad es que un psicólogo es un profesionista con años de estudio y experiencia. Un psicólogo es un profesional que ofrecerá un espacio de escucha y acompañamiento donde no serás juzgado ni criticado por tus acciones, sentimientos o pensamientos. A diferencia de un amigo o familiar, tendrá una intervención desde una posición neutral y junto contigo irán encontrando aquellos momentos o patrones que se repiten en tu historia, afectos no hablados y conflictos para poder trabajarlos y poder hacer cambios.
- ¿Qué tal que luego el psicólogo se burla de mí? Un psicólogo precisamente no hará esto. Jamás. Es importante que tú te sientas cómodo en tu espacio para hablar sobre tí. Como lo mencionamos antes, tu proceso es para hablar sobre ti y conocerte sin que alguien te juzgue o te diga qué hacer, si no más bien, que te acompañe en saber quién eres. Las burlas o devaluaciones no caben en estas intervenciones. Toma en cuenta que la confianza se contruye y es esperado que al inicio estés nervioso (a) pero las primeras sesiones también son para que tanto tu terapeuta como tú se conozcan y construyan un vínculo.
Definitivamente el aceptar nuestras vulnerabilidades no es sencillo, pero es un buen inicio para pedir ayuda y aceptar que a veces necesitamos estar acompañados. Hay espacios posibles donde podemos pensarnos y encontrarnos con partes de nosotros mismos que no conocemos e incluso que aquello que descubramos sean las piezas que nos han estado haciendo falta desde hace ya mucho tiempo.