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Artículos sobre Ayuda Psicológica

  • 3 ago 2023
  • 3 Min. de lectura

¿Has llegado a sentir que algo estás haciendo mal, como madre o padre con tus #hijos porque se pelean entre ellos?


Supongamos que estás trabajando en casa, estudiando o estás cocinando, estás haciendo algo que requiere toda tu atención y de repente pasan tus #hijos, corriendo, peleando y discutiendo por alguna razón que desconoces. Tú, te acercas a ellos o los sigues, pero ya te sientes muy enojada(o), porque piensas “estos niños no me dejan hacer nada en paz”, “quiero paz en esta casa” es lo único que puedes decir o pensar.


padres e hijos

Inmediatamente les empiezas a gritar que se aplaquen, que se sienten, etc. Y ellos parecen no escucharte, por lo cual elevas el tono de voz y entonces eso se vuelve un caos. No tienes idea porqué están peleando y por más que preguntas todos hablan al mismo tiempo o se culpan unos a otros.


Por lo general, cuando te enojas con tu pareja porque no sacó la basura, o porque no lavó los trastes, etc. no te estas enojando por el hecho en ese momento sino probablemente porque olvidó el último aniversario, o porque en alguna decisión que tomó, no te preguntó tu opinión o pueden ser muchas cosas que traes guardadas y no las has platicado, así mismo les pasa a los #niños y la mayoría de las veces no los entendemos, no nos ponemos en su lugar.

Para los #niños es muy importante sentirse valorados y comprendidos por sus padres. En el momento puedes contenerlos con cariño y darles besos y abrazos, acompañarlos hasta que se sientan mejor. No hay que juzgarlos, ni tomar partido por ninguno de los #hijos. Hay que decirles que todos tenemos momentos difíciles, pero que podemos llegar a un acuerdo, sin aventarnos cosas, sin golpes y sin hacernos daño.


padres e hijos

Podemos dejarlos en el momento de la pelea o discusión para que resuelvan sus diferencias pero hay que enseñarles a hacerlo, que expresen lo que sienten en ese momento, que digan sus emociones y que logren resolver el conflicto. Muchas veces los puedes observar de lejos, porque los niños pueden pelear, pero un instante más tarde ya están felices y con el mismo cariño de siempre.

Y entonces cuando ya los ves jugando como si nada hubiera pasado les dices: “que bien, me da gusto que hayan arreglado sus diferencias y que estén contentos, son estupendos hermanos y yo los quiero mucho”. Si los enseñamos desde pequeños a resolver conflictos y diferencias, así será conforme vayan creciendo.


Porque si no lo resuelven desde niños cuando van creciendo no saben cómo hacerlo y entonces cuando son adultos menos se van a llevar bien.


En determinado momento lo que pensamos los padres, es que queremos que nuestros #hijos cuando sean adultos y hagan sus familias, se apoyen y se cuiden entre ellos, que sepan que cuentan unos con los otros. Que no se dejen llevar por lo que piensen o comenten las parejas en determinado momento acerca de algún tema familiar. Y que ese cariño que se tienen desde pequeños permanezca siempre. Porque hermanos y hermanas siempre van a ser.


¿Quieres saber más acerca de este tema?, acércate a un psicólogo, toma terapia o toma sesiones para padres, porque nadie sabemos cómo ser padres y madres, sólo conocemos la forma en que nos educaron a nosotros.


Acércate a los especialistas, no te vas a arrepentir de tener una mejor relación con tus #hijos.


Psicóloga Rocío Argüelles

Psicóloga de niños, adolescentes y adultos

Asociación Libre - Psicólogos en San Luis Potosí



  • 8 jun 2023
  • 3 Min. de lectura

Cuando somos #padres o #madres, nos preocupa que nuestros hijos sepan porqué se encuentran tristes o preocupados, alegres o enojados, que elijan lo que más les conviene, que se comprendan y acepten sus limitaciones, que solucionen los problemas de una manera que los fortalezca y les proporcione autoestima.


Ésto comienza con nuestra manera de escucharlos. Desde lo que les pasa en el

#colegio, con su mejor amigo (a), lo que pasó en el último capítulo de su serie

favorita, cómo les fue en la fiesta con sus compañeros, o estar presentes en el

último partido de futbol, hasta cuando les sucede una situación difícil o complicada, o cuando no saben que hacer en determinada circunstancia.


Familia

Hay #padres que les cuesta escuchar a sus #hijos y se expresan de la siguiente

manera: "¿Que platique con mis hijos?, ¿para qué?, ¿de qué?, yo trabajo mucho para darles lo que necesitan y eso es suficiente. Su mamá es la que se encarga de esas cosas, por eso está más tiempo en la casa, para estar al pendiente de ellos. A nosotros nuestros #padres nunca nos escuchaban, es más ni siquiera nos pedían una opinión".


Y no se diga cuando la mamá le dice al papá que uno de sus hijos necesita

#terapia, ir al #psicólogo porque en el colegio lo están enviando, entonces sí "arde Troya" y el papá se enfurece y dice: mi hijo no necesita un #psicólogo, no está loco. Entonces le toca a la mamá tratar de tranquilizarlo y explicarle de la mejor manera posible la situación de su hijo, para que acceda a permitir que el niño tome terapia.


Qué situación tan difícil, ¿verdad? Entonces ¿cómo enseñamos a nuestros hijos

a #escuchar?, porque recordemos que los niños aprenden mucho del ejemplo de los padres.


Muy bien veamos, cuando el #bebé llega al mundo la única forma de comunicarse es mediante el llanto, no tiene otra forma de darse a entender, entonces cuando llora el #bebé la madre atenta es la que asiste a ver que necesita el bebé, si tiene hambre, frio, sueño, está mojado o simplemente necesita cariño y quiere que #mamá lo cargue en brazos y sentirse protegido.


Es decir, para el bebé es muy importante que #mamá o #papá se acerque a ver qué necesita su #hijo. Entonces el bebé se siente querido y atendido y eso le proporciona al niño seguridad para su presente y futuro.


Cuando nuestros hijos son niños que andan jugando y se caen, mamá o papá

acuden a su auxilio y generalmente le dicen al niño: “no pasa nada hijo”, pero

realmente si está pasando, al niño le duele porque se lastimó, entonces más bien

hay que atenderlo y curarlo, tratar de minimizar el dolor. Y estar con ellos hasta

que se sientan mejor y puedan regresar a jugar o a hacer lo que estaban haciendo

antes.


maternidad

Cuando nuestros hijos nos piden algún consejo sobre alguna situación que les ha

sucedido, lo primero que tenemos que hacer es preguntarles: ¿cómo ves?, ¿qué crees? ¿qué podrías hacer?, a veces los #niños tienen mejores ideas que nosotros los adultos, nada más que no los hacemos meditar un poco en la situación y les damos la solución inmediatamente.


Ahora bien, si no tienen ninguna idea, podemos ayudarlos con varias soluciones. Cuando los niños nos cuentan algo que les pasa y escuchamos con atención, dejando de lado lo que estábamos haciendo, ellos sienten que son importantes

para nosotros, y se sienten comprendidos, por ejemplo si se caen y se lastiman para ellos cuenta mucho el que nosotros preguntemos: qué pasó, cómo te lastimaste, tropezaste o no viste el cajón que estaba abierto. Inmediatamente ellos empiezan la narración de cómo ocurrieron los hechos y automáticamente se desahogan y se sienten un poco mejor, después cuando les decimos “debes tener cuidado, fíjate por donde vas caminando° entonces toman en cuenta nuestros consejos, para que no les vuelva a pasar.


Entonces tus #hijos sienten: “Cuando tú me escuchas a mí, me estás enseñando a escuchar y entonces yo podré escucharte a ti y después a los demás”.

¿Te gustaría saber más del tema? Asiste a asesoría psicológica. Con gusto te

ayudamos.


Lic. Rocío Arguelles


Cuando nos convertimos en #padres y #madres, nunca imaginamos todo lo que implica tener un (a) bebé en nuestros brazos. Nos hacemos grandes expectativas y esperanzas en torno a eso, ¿qué será de grande?, ¿qué carrera estudiará?.


Infancia

Queremos formar una buena persona, llena de #responsabilidad y #valores. Que tengan confianza en sí mismo, capacidad de distinguir entre el bien y el mal y que maneje adecuadamente frustraciones y dificultades, la desconfianza con respecto a quienes puedan herirlos, a la vez que la confianza en los demás y que puedan tener relaciones saludables. Nadie nos enseña a ser #padres, sólo lo que conocemos de cómo nos criaron nuestros padres. Y en ese camino vamos aprendiendo muchas cosas.


Tratamos de enseñarles a nuestros #hijos sobre todos los temas, pero por algún motivo, la #sexualidad, la pareja, las relaciones íntimas y el cortejo no están entre ellos, no sale de manera natural hablar de estos temas con los #niños y #adolescentes, quizá la razón es porque nuestros padres no hablaban para nada de ello con nosotros, eran temas difíciles y preferían no hacerlo.


Así, de este modo lanzamos a nuestros #hijos al mundo sin prevenirlos de los pedófilos y con la esperanza de que sean buenas personas y que traten bien a sus parejas.


Pero hay que tener en cuenta que la educación incluye si o si educación #sexual y #respeto. Cuando los niños crecen y entran en la lucha caótica de las relaciones íntimas suelen tropezarse con conflictos de intereses y señales contradictorias: yo quiero y ella no; ella quiere hablar y yo tocar; ella me ha indicado algo y yo lo he malinterpretado; ella quiere dar el siguiente paso y yo no estoy preparado. Todo eso se mezcla con impulsos hormonales que se interponen en el camino de la razón.


Además del ejemplo que vean en casa, debemos equiparlos con valores bien arraigados y asegurarnos de que acudan a nosotros siempre que lo necesiten, es decir, que nos tengan la suficiente confianza por cualquier duda que pudieran tener. Tenemos que ser francos y abiertos con nuestros hijos al hablar de cualquier tema. Pero de verdad de cualquier tema.


Infancia

De tal modo, que desde que son pequeños, les preguntamos si se sienten cómodos con que los abracemos y seamos cariñosos con ellos. Y así los estamos enseñando a expresar lo que sienten cuando alguien se les acerca. Cuando tienen siete años, mencionamos el amor, cómo se hacen los bebés, la sensación agradable y la voluntad de ambas partes. Cuando tienen doce años y mientras ven las noticias con nosotros, comentamos el caso de #abusosexual, del que han hablado, no mencionando lo horrible que es, sino señalando lo confuso que puede resultar y cómo eso es lo peor. Es mejor preguntar y no dar por supuesto que la otra persona quiere lo mismo que nosotros. Les explicamos que tienen que fijarse en la expresión de la cara y el cuerpo.


Ahora bien cuando ya son adolescentes, hay que platicarles alguna anécdota de nosotros a su edad y así entrar en confianza para hablar del tema.

Platicarles que como #adolescentes esta es la realidad con la que se van a topar, los chicos comentan lo lejos que han llegado y se comparan entre ellos y las chicas hablan en susurros sobre las posibilidades de enamorarse y ser correspondidas. Pero no siempre tiene que ser así. La apariencia de una persona o la comunicación que recibes de las chicas, puede resultar ser un interés mutuo en el contacto #sexual o del mismo modo una invitación a una relación.


Hijo, no seas de esos chicos que alardean de las experiencias que has tenido con las chicas y cuales son esas chicas, ni tampoco la chica que dejaste o que consideras una pérdida de tiempo. Imagina que hablaran así de ti y no te gustaría.


Garantizarles a nuestros hijos que disfrutarán más del #sexo estando en una relación con amor y reciprocidad, amistad y diversión, cariño y entrega mutua.

Y siempre preguntar a tu pareja lo que le gusta y lo que no.


Lic. Rocío Arguelles






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