Las formas de relacionarse han evolucionado de la misma manera en la que han evolucionado las formas de comunicar, tratando de encontrar alternativas para sentir el contacto sin importar el tipo de vínculo o la distancia, el #sexting es cada vez más empleado como una manera de intimar entre personas desde diferentes contextos. Está opción de comunicación mediada por la tecnología permite posibilidades diversas, necesarias de entender para llevarla a la práctica de forma consciente y responsable. ¿Por qué es polemizada está elección? ¿Cuáles son sus implicaciones? ¿Es posible realizar sexting de forma segura? Desestigmatizar este tipo de prácticas favorece el aprendizaje del #autocuidado desde el punto del conocimiento, en lugar de la restricción que suele generar culpa.
Para dar contexto acerca de este término, se requiere clarificar ¿Qué es el sexting? Es una práctica que consiste en compartir texto, imágenes o videos de contenido erótico personal a través de medios digitales entre personas que voluntariamente consienten este intercambio como parte de su actividad sexual. Con el avance de los teléfonos inteligentes este formato ha evolucionado, desde las fotografías llamadas "nudes" a historias elaboradas o audios descriptivos, la creatividad y la imaginación es el límite. Es a través de la #tecnología que se encuentran las opciones más inmediatas y accesibles de #comunicación, por lo que emplearla para el sexting abre muchas posibilidades desde diferentes ángulos, hablemos inicialmente de las relacionadas con los aspectos favorables de la práctica.
Una de las posibilidades es encontrar formas de relacionarse cuando en el plano presencial se ve imposibilitado, en el que no es posible vivir la sexualidad de forma física descubriendo el contacto a través de la distancia, como en casos de limitaciones por la ubicación, en disidencias de orientación sexual o el contexto actual de pandemia. Por otro lado, es una manera en la que se puede explorar la autopercepción del cuerpo, reconociendo partes que no son tan observadas, descubriendo aspectos del cuerpo desde una apreciación diferente. En otro escenario, la #sexualidad en pareja se diversifica mediante el sexting, puede ser una manera de acercarse a la intimidad desde lo que se comparten o lo que ya se practica, no como un sustituto del sexo, sino como un acompañamiento para agregarle un extra a la vida sexual en pareja.
Por su parte, es necesario considerar los perjuicios posibles de la práctica, siendo una de las más importantes la probabilidad de filtración de este contenido, distinguiendo las diferencias del efecto posterior a la filtración para una mujer y para un hombre, generando en el caso de las mujeres castigo social y culpabilidad como lo más inmediato. Otra posibilidad es que el sexting sea llevado a la práctica como una imposición u obligación, es indispensable entender las formas en las que es desarrollado de forma libre. El sexting es un ejercicio de la sexualidad consensuado, una posibilidad a espacios de juego compartido e intimidad. Presionar o coaccionar desde el chantaje o la manipulación para que alguien comparta este tipo de contenido es violento, así como ejercer culpa por desear practicarlo o no querer hacerlo. Al igual que en otras prácticas sexuales, que se tenga la opción disponible no implica que se deban de realizar.
Al tener los aspectos anteriores en claridad, planteemos las formas en las que se practica el sexting priorizando la empatía y el respeto. Los siguientes son puntos a considerar para llevarlo a cabo teniendo presente la idea de minimizar riesgos y de tener en mente al otro:
- Así como en cualquier otro tipo de acuerdo, la comunicación es crucial para llegar al consenso acerca de lo que se quiere, lo que no se quiere, encontrando puntos intermedios para ambas partes.
- Dentro de estos acuerdos pueden incluirse asuntos como si se debe borrar el contenido, si es posible guardarlo, y sí es así, por cuanto tiempo, de qué forma se puede almacenar o si existe la opción de que otra persona lo pueda ver.
- Tener en mente de qué manera va a recibir el mensaje la otra persona, preguntar si se encuentra en disposición o en un contexto adecuado antes de enviar.
- Utilizar aplicaciones seguras con encriptación de mensajes, que brinden la opción de autodestruir lo compartido o que no permitan el almacenamiento de contenido como Telegram o Snapchat.
- Tomar contenido que resguarde la identidad, puede ser cubriendo elementos propios del cuerpo o del espacio, así como borrar metadatos del contenido como lugar, hora o dispositivo con el que se tomó.
- La más importante, no hay sexting seguro sin #consentimiento.
#Sextear es una práctica cada vez más presente en la forma de interactuar y relacionarse entre personas de diferentes edades, es por ello la importancia de que la practica sea tomada como una decisión libre, informada y sin precipitaciones. Saber que así como existen posibilidades de riesgo, también hay estrategias para hacerlo de manera más responsable y segura.
Psicóloga Estefany Hernández
Atención Psicológica para Adolescentes y Adultos
Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara