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Artículos sobre Ayuda Psicológica

Actualizado: 11 abr 2024


Señales para identificar sospecha ante intento de suicidio

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el #suicidio como un acto deliberadamente iniciado y realizado por una persona en pleno conocimiento o expectativa de su desenlace que es provocar la muerte. La misma OMS considera que hablar de que una persona considere el suicidio como una opción está relacionada a distintos factores, es decir, el consolidar este acto como la mejor alternativa NO está ligado a una sola cosa, si no que es multifactorial, y que en los casos que se llega a prevenir, las personas que han intentado o solo pensado respecto al suicidio, se encuentran mezclados factores biológicos, genéticos, psicológicos, ambientales y sociales.


Incluso los factores de #riesgodesuicidio no son los mismo para todos, si bien puede haber algunas similitudes, no es necesario cumplir con todos los factores anteriormente mencionados; características como edad, sexo, abren distintas situaciones que pueden influir para que una persona pueda pensar el suicidio como una opción de resolución ante sus problemáticas.



Señales para identificar sospecha ante intento de suicidio

Por mencionar algunas cuestiones generales en el grupo de niños y adolescentes, influyen especialmente factores como la historia psiquiátrica familiar, principalmente de las personas con las que hayan tenido contacto cercano en sus relaciones primarias, enfermedades mentales, la pérdida de un ser querido, la #depresión, #aislamiento social, abuso de #drogas y #alcohol, #bullying, conductas de riesgo que llegan a estar de moda y se difunden por redes sociales, etcétera.

Para las mujeres y hombres, suponen un factor muy importante las relaciones con otras personas, la violencia doméstica o el estrés en el ámbito de la familia, sin olvidar enfermedades mentales, abuso de alcohol y drogas, entornos familiares problemáticos y la sensación de no tener redes de apoyo que puedan ayudar o confiar, que el suicidio se vislumbra ante el desamparo e incapacidad de hacer algo al respecto de lo que ocurre en el entorno.

Respecto a etapas de vida posteriores, en los adultos mayores, los factores que pueden influir en la meditación de un suicidio puede ser la depresión, el dolor físico a causa de una enfermedad, el aislamiento social y familiar.

Niveles de riesgo ante el suicidio


Niveles de riesgo ante el suicidio

Como se mencionaba en un inicio el suicidio es un acto trágico ya consumado del cual no se puede revertir el hecho, sin embargo, existen niveles o fases en las cuales la idea puede ir tomando mayor fuerza e irse dirigiendo a la fatalidad de ser cometido por el ensanchamiento de posibilidades de recibir ayuda que se puede percibir. Es por ello que hablar de suicidio no debe de ser considerado como simples ideas propias de la edad, chantaje irreal o desafiar la valentía de la persona en que si puede hacerlo o no, o insitar a que lo lleve a cabo.

Para que una persona llegue a consumar un suicidio, van apareciendo señales de riesgo que pueden ser o no expresadas verbalmente, la comunicación en muchas ocasiones está en comportamientos, expresión por medio de dibujos, o en muchos casos no estar aparentemente visibles a las personas, esto no significa que no esté ocurriendo dicho riesgo de suicidio.

Existen tres principales niveles de riesgo de suicidio que pueden presentarse en las personas que han llegado a intentar o consolidado el acto. Dichos niveles son los siguientes:

  • Ideación suicida: Suele ser un paso previo a la conducta suicida y consiste en pensamientos de terminar con la propia existencia, expresados o no, son pensamientos que pueden rondar en la mente de la persona, en ocasiones no se tiene claro la forma o el método, solo es una consideración al respecto ante el malestar particular que se vive. Lo que puede ser un agravante en este nivel, es que la idea sea más recurrente en duración, intensidad del deseo. En este punto es mayormente posible que la decisión no esté firmemente tomada y se pueda con ayuda familiar y de primer nivel como atención psicológica que pueda no consumarse el suicidio.

  • Planeación suicida: Este nivel representa mayor peligro que el anterior ya que la persona que desea suicidarse, después de considerar nulas opciones ante otra alternativa para sentir que se puede solucionar lo que le ocurre, ha elegido un método habitualmente mortal, un lugar donde lo realizará, el momento oportuno para no ser descubierto, y los motivos que sustentan dicha decisión que ha de realizar con el propósito de morir. Los métodos que se eligen ante el suicidio, son variables dependiendo el grupo de edad, el género y factores personales que puedan tener en duda la consumación. La claridad del acto es más clara y se puede ir construyendo con cierta temporalidad, dependiendo la impulsividad o meditación con que se realice.

  • Tentativa(s) suicidas: También denominado parasuicidio, tentativa de suicidio, intento de autoeliminación o autolesión intencionada. Es aquel acto sin resultado de muerte en el cual un individuo deliberadamente, se hace daño a sí mismo con el fin de quitarse la vida. Las formas de intentarlo pueden ser diversas, no obstante, implica el mayor nivel de riesgo al expresar de forma deliberada ya la intención de culminar el acto, el cual por alguna razón no llegó a cumplirse, siendo en muchas ocasiones que es descubierto por algún familiar y alcanzan a hacerse intervenciones médicas para recuperar la salud de las personas. Los estudios han demostrado que una persona que ha intentado ya el suicidio, sin las redes suficientemente fuertes de apoyo entre familia o amigos, y el servicio adecuado de atención (psicológico y psiquiátrico) puede recaer y volver a tener otros intentos posteriores.

¿Cuáles son las señales pueden ser importantes estar alerta para evitar que se llegue al suicidio?

  • Hablar de desesperanza o no tener propósito, sentirse atrapado, sentirse como una carga para otras personas. En algunas ocasiones lo expresado es más directo como hablar o escribir sobre suicidio. Frases como: “Ojalá me muera” o “Estoy tan cansada/o de la vida”.

  • Alejarse de todo contacto social.

  • Cambios severos del estado de ánimo. Por ejemplo: Depresión o un sentido de desesperación.

  • Pensar constantemente en la muerte, en morir o en la violencia.

  • Cambios de personalidad, que pueda actuar de forma contraria a lo que se percibía más constantemente de la persona.

  • Aumento del uso del alcohol o las drogas.

  • Cambiar la rutina normal, incluido el hábito de comer y dormir.

  • Hacer cosas arriesgadas o auto-destructivas, como consumir drogas o conducir sin cuidado.



¿Qué es importante hacer para prevenir el suicidio?

¿Qué es importante hacer para prevenir el suicidio?

El primer paso es averiguar si la persona corre riesgo de seguir sus sentimientos suicidas. Actúa con delicadeza, hablar directamente sobre el tema, es una señal de que te importa la pregunta se pueden hacer preguntas como: ¿A veces sientes ganas de darte por vencido? ¿Piensas en la muerte? ¿Alguna vez has pensado en el suicidio o has intentado hacerte daño?

Preguntarle a una persona acerca de pensamientos o sentimientos suicidas no la motivará a tener conductas autodestructivas. De hecho, ofrecer la oportunidad de hablar acerca de los sentimientos puede reducir el riesgo de que siga sus sentimientos suicidas. Compartir sobre los cambios que se han observado y la preocupación genuina al respecto, puede permitir la entrada a hablar y buscar alternativas al respecto.

Si alguien ha intentado suicidarse o está en riesgo de hacerlo y te das cuenta, ten en cuenta:

  • No dejes a esa persona sola.

  • Llama al 911 o al número local de emergencias de inmediato. Si puedes hacerlo de forma segura, llévala a la sala de emergencias del hospital más cercano.

  • Trata de averiguar si la persona está bajo los efectos de sustancias o del alcohol, o si pudo haber tomado una sobredosis.

  • Dile de inmediato a un familiar o amigo acerca de lo que sucede.

Si un amigo o ser querido está pensando en suicidarse, necesita ayuda profesional aunque el suicidio no sea un peligro inminente, alienta a la persona a que llame a un número de línea directa de asistencia o busque tratamiento psicológico que pueda ayudarle y busquen vías de solución. La importancia de que sienta apoyo y no se minimicen sus emociones, es importante, ser empáticos, no juzgar y mostrarle que estás con ellos, y estás dispuesto a escucharle o apoyarle de la manera que puedas. Es importante en casa, avisar al respecto para que se sigan las mismas recomendaciones y se puedan cuidar los objetos o elementos que puedan representar un riesgo potencial para un intento de suicidio.

Es importante mantener la calma ante la angustia y pensar en soluciones, investigar sobre los centros de salud que pueden atender este tipo de situaciones y contar con contactos de psicólogos o profesionales de la salud puede ser una diferencia.


la psicologa carolina nos habla de ¿Qué es importante hacer para prevenir el suicidio?



Psicóloga Carolina López

Psicóloga de niños, adolescentes, adultos y parejas

Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara





  • 21 abr 2022
  • 3 Min. de lectura

No solo quedaron daños fisiológicos, como no poder respirar o que aún no volviera del todo el sentido del gusto. La #pandemia también ha dejado #consecuenciaspsicológicas relevantes. Continúa leyendo para seguirte informando y orientando al respecto.


Las personas que se contagian de #Covid19 tienen un alto riesgo de desarrollar ansiedad y depresión. Yéndonos a datos estadísticos, de entre el 31%-38% de la gente contagiada presenta síntomas de depresión, los síntomas de ansiedad están en un 22% a 42% y el 20% tiene síntomas obsesivos-compulsivos. ¿A qué se debe? Los síntomas relacionados con pensamientos obsesivos y que te llevan a acciones compulsivas se derivan del temor a infectarse y por eso se vuelve una necesidad constante el lavarse las manos repetidas veces, limpiar las superficies a detalle, usar protección excesiva, etc. ¿Y los síntomas de ansiedad y depresión? Éstos tienen que ver con el distanciamiento #social, dado que conllevan sentimientos de desesperación, incertidumbre y miedo. También con pérdidas de trabajos y/o disminución de ingresos.


pandemia

Otra de las #consecuenciaspsicológicas es el estrés y agotamiento ocasionado por el trabajo en casa (#homeoffice). Muchos podrán decir que hasta les queda mejor el trabajo de esta manera porque no tienen que trasladarse, porque pueden tomar descansos, porque pueden hacer otras cosas, etc., sin embargo se tiene que tomar en cuenta que no se está conviviendo en espacio con otras personas y esto no nos ayuda, que quizá no se esté teniendo el mismo rendimiento, que se tiene que pagar el #internet, que probablemente se le dedique más tiempo del que se asistiría en oficina, etc.


La violencia intrafamiliar es otra de las #consecuenciaspsicológicas, ya que no se había estado acostumbrado a convivir la mayoría del tiempo con los integrantes de la #familia y mucho menos el tener que cuidar de los hijos aunque estuvieran en la escuela, ni estar presente en casa estando en horario laboral. Probablemente hasta se inició o aumentó el consumo de sustancias dañinas porque fue la manera que se encontró para evitar los conflictos.


El #aislamiento voluntario, o involuntario al principio de la #pandemia, también conlleva #consecuenciaspsicológicas como lo son los trastornos mentales anteriormente mencionados. No poder convivir con gente, perder comunicación con amigos, tener que dejar de realizar tus actividades cotidianas, entre otras, son cosas que causan los síntomas de estas enfermedades. No querer salir por miedo a que personas mayores con quienes convives se enfermen van haciéndote sentir que no puedes continuar con tu vida como muchos ya lo están haciendo en la actualidad y provocan los sentimientos ya dichos.

El estrés postraumático también es parte de las #consecuenciaspsicológicas. Las personas que estuvieron internadas en hospitales lo pueden llegar a padecer y también gente que sus familiares fallecieron por la #pandemia.


Pero entonces después de saber todas estas #consecuenciaspsicológicas, ¿qué podemos hacer al respecto para sentirnos mejor o no caer en alguna de ellas? Aquí te dejo algunas recomendaciones:


  • Identificar cuando estamos teniendo pensamientos obsesivos y conductas compulsivas relacionados con la limpieza. Usar la protección requerida para cuidarnos. Podemos preguntar a alguien más si sentimos que estamos exagerando.

  • Recuperar y mantener comunicación con #amigos, no necesariamente tienes que salir. Conversar a través de redes sociales también funciona.

  • Reducir el sedentarismo. No se tiene que tener un gran plan, basta con salir a caminar.

  • Hacer pausas cuando te sientas estresado. Realizar #ejercicio para oxigenarte te hará sentir más tranquilx.

  • Dormir las horas necesarias dependiendo la edad. Al ser adulto son mínimo 7 horas.

  • Tener #hobbies. Es fundamental realizar actividades que te gusten y que causan relajación.

  • Reducir la exposición a la información de noticias. Puedes determinar una hora en específico en el día para verlas.

  • Evitar sustancias tóxicas e identificar el para qué se está queriendo hacer el consumo.


efectos psicológicos de la pandemia

Actualmente en el año 2022 seguimos sufriendo o padeciendo por casos de Covid-19 o variantes, pero también tratamos de continuar con la vida cotidiana. Es necesario seguir cuidándonos, hacer caso a las recomendaciones gubernamentales y hacer lo que esté en nuestras manos para sentirnos mejor. Cuando sintamos que no podemos con lo que nos está pasando siempre tienes la opción de asistir con una #psicóloga o #psicólogo para que nos pueda orientar o ayudarnos a fortalecer nuestra resiliencia.






Referencias

  1. Nakamura ZM, Nash RP, Laughon SL, Rosenstein DL. (2021). Neuropsychiatric complications of COVID-19. Curr Psychiatry Rep. 23:25.

  • 1 abr 2020
  • 5 Min. de lectura

Actualizado: 17 mar 2023


Aparición de ansiedad durante la cuarentena

En estos días he observado diversas reacciones ante la alerta del #COVID19 y con ello los cambios en nuestra rutina que se han instalado poco a poco hasta la promulgación del gobierno y un llamado a la necesidad de #aislamiento de la mayoría de la población con el fin de intentar prevenir la saturación de hospitales de personas infectadas por el #virus. Las reacciones que se despiertan en la gente van desde las polarizadas como: Compras de pánico, abandono de mascotas, compartir noticias falsas, y caer en un estado de total #angustia en donde el #miedo y la necesidad de supervivencia están desbordados y tienen efectos en el cuerpo.


Otra reacción radical e igualmente desmedida es la negación de la vulnerabilidad que transitamos como #humanidad y #sociedad. Ante la globalización que en la actualidad vivimos es innegable que todos podemos estar expuestos ante la infección o a ser una vía para poder transmitirlo a otros con mayor vulnerabilidad dentro de los rangos que propone la Secretaria de Salud como: estar embarazada, tener un recién nacido, ser mayor de sesenta años o padecer alguna enfermedad crónica. Ante esta reacción estas personas no toman ninguna medida de prevención y van caminando con un sentimiento de inmunidad u omnipotencia ante el virus.


Claro está que lo que describimos es una ilustración de cómo nos defendemos ante nuestros miedos más profundos, uno de ellos es: la muerte o el desvalimiento. Bien dice Freud(1930) que no tenemos inscripción de la experiencia de nuestro origen y de la muerte, por tanto necesitamos historias que nos promuevan un sentido mítico y necesario para situarnos en un lugar como individuos, ya que el humano al ser un cuerpo que no se acaba en lo meramente orgánico, no solo sobrevive con alimento, sino que necesita al otro para poder pertenecer al orden de lo vivo. Es decir nuestra doble naturaleza biológica y social nos hace seres complejos en donde nuestra supervivencia no depende de nosotros mismos, al contrario nos hace seres dependientes de lo social.


Pereña (2011) argumenta que el estado de desamparo en el que nacemos despierta la agresividad en las personas, ya que el otro a la vez es objeto de satisfacción como de frustración. Este estado lo describió #Freud(1930) en su obra como un desvalimiento originario en donde las necesidades sólo pueden ser satisfechas por otro que empatice tanto con nuestras necesidades físicas como afectivas. El cachorro humano en sus inicios necesita para crecer todo un ambiente que le promueva seguridad, esto va cambiando con el tiempo. Sin embargo aquí el punto de traer el término del desvalimiento tiene la intención de intentar darle un sentido entre muchos otros a estas reacciones radicales. El miedo al desamparo es uno de los más profundos que produce angustias relacionadas a la posibilidad real que se experimentó en nuestros primeros encuentros con la vida y lo qué ahí se inscribió en nuestro cuerpo en relación con nuestra propia experiencia con el otro encargado de nuestra supervivencia.


Tener miedo y ansiedad es normal ante la contingencia por COVID-19

Muchos pensaran: pero si ya no somos bebés, y es cierto. Sin embargo las experiencias de nuestra primer infancia nos dejan huellas muy profundas que pueden quedar registradas como sensaciones a las que nos son fácil darles una salida mediante la palabra. Lo inconsciente tiene las cualidades de ser atemporal y aespacial, por tanto el sentido del tiempo y espacio se organiza de formas distintas a las medidas por un calendario o un reloj. El tiempo propio se organiza de distinta manera en cada uno de nosotros dependiendo de nuestra particularidad histórica, a esto se enlazan otros aspectos que tienen que ver con nuestra pertenencia a una cultura.


Freud(1930) en sus escritos del malestar de la cultura ilustra de manera puntual que nuestra búsqueda de la felicidad absoluta y los ideales que nuestra cultura nos impone para lograrlos están muy lejos de nuestro poder humano, y nos devuelve nuestra imagen mortal que muchas veces nos provoca sufrimientos. La imbricación de lo biológico y lo social pareciera una imposibilidad que nos guía ante diversas frustraciones puesto que al carecer de un registro de la experiencia de la muerte y mantener estos rituales lo más posible alejados, nos provocan la ilusión de inmunidad ante ella, sólo cuando la muerte de alguno de nuestros seres queridos, la enfermedad o alguna amenaza de la naturaleza nos recuerdan que somos humanos y lo que nos sostiene en la vida también forma parte del orden natural de lo transitorio. Para este autor existen tres recordatorios de nuestra condición: el cuerpo propio que tiene una caducidad y esta expuesto a la enfermedad, las violentas reacciones de la naturaleza que forman parte de su orden y la complejidad de nuestra vida anímica que constantemente choca con los ideales culturales que aspiran muchas veces hacia la desmentida de lo que somos en pro de una “evolución.” Podría pensarse que el avance tan rápido de lo tecnológico nos promueve el pensamiento de poder parecernos a las máquinas o a los dioses caracterizados por la omnipotencia, inmortalidad, omnisapiecia, y omnipresencia.


En estos momentos nos encontramos de frente ante el reordenamiento de tales formas en las que hemos vivido automáticamente sin sentarnos a cuestionarlas de manera profunda. Lo primero es que nuestro cuerpo puede enfermar y el poco poder que tenemos ante lo que amenaza nuestra vida y tranquilidad y la de nuestros seres queridos. Esto puede promover angustias sobre la caída de nuestras creencias cotidianas de nuestra invulnerabilidad y nos devuelven nuestras vestiduras humanas que necesitan de grandes cantidades de reflexión, modestia y humildad para intentar conservarnos lo mejor que se pueda. Si bien es importantísimo luchar por la individualidad esto no excluye al cuidado del otro. Estos encuentros con los otros nos proveen de posibilidades para constituir nuestra propia existencia y dotarla de experiencia y continua reinvención puesto que lo que nos queda claro con estas vivencias actuales es que la única constante es el cambio. También es importante recordar que sin los otros no podemos tener una existencia dichosa, sin el otro al igual que sin el alimento no sobrevivimos, es importante cuidar lo individual puesto que esto apunta hacia los demás. Así que no queda más que hacer lo propio asumiendo que esto pueda tener un impacto más allá de uno. Y ¿Qué es lo propio? Aquí entran los recursos creativos que cada persona se imponga como calmantes de sus angustias, dice Freud (1930) que existen poderosos calmantes que nos ayudan a soportar las adversidades de la vida: “… poderosas distracciones, que nos hagan valuar en poco nuestra miseria; satisfacciones sustitutivas, que la reduzcan, y sustancias embriagadoras que nos vuelvan insensibles a ellas. Algo de esto es indispensable.” (Freud, 1930, 75.)


Además del diálogo en un espacio terapéutico con alguien donde podamos intercambiar palabras que nos produzcan calma o reflexión. Opto por sugerir las satisfacciones sustitutivas que provee el arte, que al ser producto de la creación humana son lugares de encuentro con algo de lo que nos conmueve profundamente en nosotros a partir de una pieza musical, un escrito, pintura, una película, etc. Eso que la imagen que otro plasma mira de mí mismo y me permite crearme un lugar en donde sea posible reinventarme en el mundo. Habrá personas que se vuelvan a la ciencia, o a la religión que también promueven la ilusión y nos reducen las angustias. Con ello quiero defender el término ilusión como algo con tanta fuerza que nos empuja hacia la vida y que proviene del deseo #humano.
















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