Con el inicio de la posmodernidad y la aparición de Internet, las #redessociales han pasado de tener un papel secundario basado en lo lúdico y el entretenimiento hasta ser elementos principales tanto a nivel económico, sociocultural y político para entender nuestro mundo y la realidad en la que vivimos. Entonces ¿cómo han influenciado las redes sociales la forma en la entendemos nuestra realidad y nosotros mismos?
Facebook, Youtube, Twitter, Instagram, TikTok son espacios en donde #adultos, #adolescente (y #niños) buscan entretenerse, #socializar, aprender y “ser”. Es este último elemento, lo que corresponde al “ser” el que pertenece o forma parte de lo que entendemos como #identidad.
En la actualidad es prácticamente impensable no tener un celular o no utilizar ningún tipo de conexión con internet, todas las generaciones que convivimos actualmente de una manera u otra nos encontramos en contacto con este elemento flotante llamado “la red”.
Primero hablemos sobre el concepto de identidad, entonces ¿cómo se conforma la identidad?
Desde el punto de vista de la #Psicología, se habla de identidad para denominar ciertos elementos medianamente estables acerca de preferencias, gustos, deseos, fantasías, y otros más complejos como la personalidad, el carácter, las experiencias de vida y los elementos psicosocioculturales que nos permiten definir quienes somos, éstos se cohesionan y se afianzan regularmente durante la adolescencia , sin embargo, pueden existir definiciones en cualquier edad que pueden ir desde lo superficial, hasta lo más profundo (orientación o identidad sexual, por poner un ejemplo, en donde pueden existir estas redefiniciones en el adulto mayor o en niños menores a los 3 años).
El concepto de identidad desde la Psicología habla sobre la profunda influencia del contexto además de los elementos adaptativos que establecen las bases de la identidad, sin embargo, desde el punto de vista de otras corrientes - como el #Psicoanálisis - el entendimiento del concepto de identidad plantea otras complicaciones. La identidad como concepto agrupa de manera abrupta elementos que de otra forma, no permiten entender la complejidad de lo que se estudia: La forma en la que debemos de aproximarnos para poder entender como terminamos siendo "nosotros mismos" y porqué.
Uno de los términos que me parecen que engloba la identidad es el de #subjetividad. Con subjetivación me refiero al proceso mediante el cual alguien hace suya la #cultura en la que se encuentra inmerso (formas de pensar y hacer, creencias, conocimientos) que en cierto sentido le permiten interactuar y ser en el mundo. La subjetividad es pues, una producción de sentido tanto de nosotros mismo como del mundo. Dicho producción no es solo brindada por el exterior - mundo, sino también es factible de ser modificada por aquellos que nos encontramos inmersos en ese exterior. Es así que podemos entender que el ser nosotros mismos es un devenir y no solo una producción del contexto, la cultura, el exterior.
Las redes sociales forman parte de nuestro contexto social y cultural, de nuestra vida diaria, aquello con lo que convivimos y relacionamos - ¿sería mejor decir "consumimos" - de manera cotidiana y diaria. ¿cuántas veces al día "revisamos" #Facebook, #Twitter o #Instagram? ¿Cuántas horas al día los niños o adolescentes con los convives están en #Youtube, #TikTok o Instagram? ¿Es entonces descabellado que comencemos a visualizar a la redes sociales como elementos fundamentales para entender la forma en la que surge la identificación - procesos identificatorios - en las generaciones actuales e incluso, en aquellos que nacimos antes del "boom" del #internet y las redes sociales?
¿En qué se basan las redes sociales para estar tan presentes en nuestra vida?
Las redes sociales están primordialmente basadas en una priorización de la #comunicación a través de las imágenes (fotografías, videos), esto forma de presentar la información - lo que incluye también la sobresaturación de contenido - imágenes - afecta la manera en la que entendemos el mundo. La inmensa mayoría de las investigaciones neurológicas, neuropsicológicos, psicológicas, psicoanalíticas, antropológicas, sociológicas e incluso filosóficas, apuntan a que la influencia ha sido negativa, pero ¿porqué las redes sociales influyen negativamente en nuestra identidad?
Se han acuñado términos como la #hipercomunicación (comunicación que satura, por la cantidad, sin interacción real, sin mediadores, sin reflexión), la satisfacción inmediata que proporciona los "likes" o seguidores puede llegar a tener descargar neuroquímicas similares a las presentadas en adictos consumiendo, el establecimiento del uso que se realiza de la imagen corporal como producto para el consumo, todo esto establece lo negativo de las redes sociales. La capacidad de simbolización queda estancada en un elemento primitivo, se és lo que se presenta mediante la imagen, ¿podemos entender un poco más sobre el apremio y codicia que generan la adquisición de los diferentes filtros de las redes sociales como TikTok o Snapchat que “perfeccionan” la piel, afilan la nariz, aclaran la piel o el color de los ojos? ¿o bien la importancia fundamental de contar con la mejor cámara y aplicaciones para editar fotos en el celular? El proceso de identificación pues, no se realiza siquiera con la imagen que devuelve el espejo, sino aquella que "debería" según estándares basados en el atractivo (estético y sexual) que muchas veces ni siquiera forman parte del contexto social, cultural de quién las mira.
Lo presentado como realmente diferente, lo que incomoda no genera “likes” y si algo nos puede quedar claro es que la realidad, las interacciones personales, la intimidad, incomoda terriblemente, implica interactuar con un otro que tiene su propio contexto, y que, en el mejor de los casos, no busca agradarnos ni complacernos. Todo lo contrario podríamos decir de las redes sociales en donde podemos ser a través de una imagen nos satisface enormemente y nos enajena.
Si bien actualmente los cánones de belleza promovidos involucran diferentes tonos de piel, raza, peso, identidad y orientación sexual, considero que incluso en en "la diversidad" siguen existiendo ciertos estándares (no sociales sino primordialmente de consumo) para lo que requiere la interacción a través de las redes sociales, es decir si la imagen agrada o no (qué genera más likes y seguidores) frente aquello que no lo genera.
En las redes sociales, nuestra imagen es la que prevalece para comunicar (nuestra felicidad, nuestros afectos, nuestros deseos) mientras el cuerpo permanece en estasis mientras “scrolleamos” la serie de imágenes, historias, videos que las diferentes redes sociales nos pueden presentar.
Considero que las redes sociales deben ser desmenuzadas, analizadas y debemos aprender otras formas de interactuar en ellas de formas más saludables y conscientes de lo pueden llegar a conllevar en caso de no entender su funcionamiento y su premisa, así como el enorme grado de afectación que pueden conllevar su uso (esto no solo hablando solo para niños y adolescentes, aunque parecieran ser los más afectados, sino también en adultos, dado que los procesos identificatorios no solo suceden en las etapas tempranas).
Sin embargo, esto forma solo una parte (inmensamente mayoritaria, hay que decirlo) de lo que promueven, he encontrado hermosos proyectos, grupos de personas que comparten información, discuten, aprenden de los demás, interactúan y generan proyectos, y si bien son los menos de los más, las redes sociales también pueden llegar a cumplir una función de acercamiento, con personas que son reales, solidarias, "otros" que no buscan directamente agradar sino vincularse (que no es lo mismo, en ningún sentido).
Psic. Esther Solís Torres
Asociación Libre - Psicólogos en Guadalajara
Atención a adolescente, adultos, parejas y familias.